Netflix continua intentando hacer una seria competencia con los canales que regularmente ponen producciones navideñas al por mayor, pero también intenta colocar películas que busquen colocarse como clásicos por si solos, veamos qué impacto deja El Niño que Salvó la Navidad.
- Título original: A Boy Called Christmas
- Director: Gil Kenan
- Actúan: Henry Lawfull, Maggie Smith, Jim Broadbent, Michiel Huisman, Kristen Wiig y Sally Hawkins entre otros.
- Estreno: 26 de noviembre
- La puedes ver en: Netflix
Para confortar a tres niños que perdieron a su madre recientemente, su tía decide contarles un cuento de Navidad donde un niño deberá desafiar el frio y los peligros para buscar a su padre quien se ha lanzado a la búsqueda de un pueblo habitado por criaturas mágicas para darle esperanza al reino donde viven.
Si hay algo que me gusta de las producciones europeas sobre la Navidad es el hecho de que tengamos una oportunidad de ver cómo ven del «otro lado del charco» una festividad que ha tomado una forma y color en los Estados Unidos que se ha impuesto a nivel global.
Hace dos años, una producción española sacudió el tapete de cómo hacer una cinta navideña sobre Santa Claus, Papá Noel, Padre Navidad o San Nicolás, como deseen llamarlo, y recontarlo con un origen que aunque simple, fue efectivo y conmovedor en Klaus.
La producción británica, que se basa en una novela de Matt Haig, decide explorar esos temas y salirse también del molde de lo que se ha establecido de Santa Claus y contarnos algo diferente, algo que está más sobre las tradiciones nórdicas y olvidarnos de lo que nos han dictado los estándares.
De ahí de que, pese a que algunos elementos suenan bastante familiares, si notamos mucho distanciamiento de las historias de Santa que han caído recientemente y esto es un breve descanso.
Sin embargo, ese distanciamiento también pega en la narrativa, donde la novela de Haig y la película intentan poner un duelo entre la alegría navideña y el duelo por la pérdida de un ser querido. De hecho, la narrativa coloca la historia dentro de una historia, donde los escuchas, tres niños que perdieron a su madre, comienzan a hilar la relación entre lo que pasa con Nikolas y su propia situación, lo cual lleva a tener diferentes reacciones durante la historia.
Eso sí, el director sabe jugar bien con esas reacciones usando transiciones que funcionan de manera efectiva, de ver como una confrontación en la nieve se transforma de pronto en el piso de la habitación donde la historia es contada y, cuando volvemos, nos damos cuenta que seguimos en el cuarto, pero también en la trama.
Aun así noto uno de los errores más comunes que he visto en muchas historias este año, tratan de hacer una construcción detallada del personaje principal al inicio y terminan olvidando dejar un final comprensivo, dejando algo acelerado donde apenas y entendemos que hubo una moraleja. Si se siente que, en medio de lo predecible del final, se torna uno de los momentos mas desperdiciados de la producción.
Y es una pena porque Kenan pone a una buena cantidad de actores con experiencia para ayudar a sostener a un inexpresivo e inexperto Henry Lawfull en una película que se torna frágil con sus problemas para mostrar sentimientos, hay una escena en donde uno se pregunta si a este personaje se le congelo el corazón o simplemente el director no reparo en la falta de actitud de Lawfull para mostrar realmente un sentimiento de duelo, vamos hasta los niños que escuchan el relato mostraron mas actitud.
De ahí que lo mas destacado este en sus actores mas veteranos, especialmente con los villanos que sostienen Sally Hawkins e incluso lo poco que nos da Kristen Wiig que, pese a ser algo acartonados, tienen también su trasfondo, Hawkins es quien realmente saca los kilos en una escena clave que le da mucho sentido a su personaje, una hada que tira a bruja pero que tiene sus razones para usar la magia contra los forasteros.
Otros actores hacen bien sus roles sin esforzarse mucho como pasa con la pareja de veteranos que traen de Harry Potter, Maggie Smith da una actuación que permite meternos al entorno de la historia y Jim Broadbent, como el excéntrico rey del lugar (y quizá algo fuera de tiempo), da sus cinco minutos que nos hace recordar lo que nos cayo bien de sus actuaciones en Paddington o como el Profesor Slughorn.
El nivel de producción, evidente para la televisión, tiene el suficiente empuje para que disfrutemos de la escenografía planteada en la historia y la fotografía es muy aceptable.
En conclusión, El Niño que Salvo la Navidad, va a tener sus problemas para colocarse como un clásico por derecho propio (veo difícil que vaya a desplazar a otras cintas del genero en las próximas navidades), pero es un lindo viaje en la exploración de otras tradiciones para entender el origen de Papa Noel y seguro deben tenerla en su lista de reproducción para entretenerse en las vísperas de esta Navidad.
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