«Estar ahi para un niño es la cosa más noble que puede hacer un juguete»
(Woody, Toy Story 4, 2019)
Hace 24 años vimos el inicio de una nueva compañía en los estudios de animación, Pïxar, la cual entró al mercado con una cinta animada por computadora que vino a sorprender a chicos y grandes. Estamos hablando de Toy Story donde vimos como Woody intentaba defender su posición como el juguete favorito de Andy ante una figura de acción llamada Buzz Lightyear, una cinta donde vemos el desafio del status quo, donde vimos que las decisiones equivocadas podían causar resultados catastróficos (incluso para un juguete) pero también para revalorar la identidad de uno mismo.
Tras dos secuelas, una que básicamente reinventa lo contado en la primera cinta en 1999 y otra que da un cierre muy emocional a la estadía de los juguetes con un ya crecido Andy en el año 2010, tenemos la cuarta entrega de Toy Story, la única serie de cintas de Pixar que realmente no ha fallado en sus secuelas, ¿podrá la cuarta cinta mantener esa buena racha?

Josh Cooley debuta como director en esta cinta y trae de vuelta las voces de Tom Hanks, Tim Allen, Joan Cusack y John Ratzenberger, además del regreso de Annie Potts como Bo Peep y el ingreso de nuevos talentos entre los que se encuentran el dueto de Keegan-Michael Key y Jordan Peele, Tony Hale, Christina Hendricks, Ally Maki y Keanu Reeves.
(Nota del editor: esta película fue revisada con sus diálogos originales en inglés, no haremos revisión del doblaje al español).
Dos años después de los eventos de Toy Story 3, Woody y los juguetes dan la bienvenida a Forky, un extraño juguete creado por Bonnie, la niña que ha cuidado de ellos desde ese entonces. Cuando Forky se sale de la camioneta donde están viajando los juguetes con Bonnie y su familia, Woody decide ir a recuperarlo. En el proceso llegarán a una ciudad donde Woody se reencontrará con Bo Peep y con una misteriosa muñeca llamada Gabby Gabby obsesionada con algo muy importante que tiene Woody.
La primera impresión que me queda después de salir del cine es preguntarme si realmente necesitaba Toy Story una historia más después del emotivo final de la tercera cinta. De hecho, John Lasseter, antes de que fuera obligado a renunciar de Pixar, había autorizado la cuarta entrega con la única condición de que no fuera a estropear la franquicia más exitosa de Pixar y es entonces cuando debemos de pensar si realmente lo logró.
Sabemos que si hay algo que me ha gustado de las cintas de Pixar en general es que todo personaje tiene una motivación y sin duda, Woody, Buzz, Bo Peep y los personajes nuevos tienen sus motivaciones, sus razones para participar en esta historia y, de hecho, sigue siendo la historia de Woody, quien enfrenta una crisis personal que va evolucionando conforme se da este viaje, uno que de pronto nos puede dar a muchos adultos, cuando creemos que estamos bien establecidos en nuestro rol en la sociedad sin darnos cuenta de los cambios que se pueden venir y que terminan de una manera desplazándonos de nuestra posición, algo muy similar a lo que vimos en Cars 3 pero tomado en una perspectiva que me terminó gustando.

De hecho los que vimos por primera vez Toy Story en 1995 lo vimos con ojos de niños o adolescentes y la historia creció ante nuestros ojos como iba avanzando la franquicia, incluso en la tercera cinta nos enseñó que la vida nos obliga a veces a desprendernos de lo que más queremos con ese duro cambio de la adolescencia a la vida adulta y, es entonces que nueve años después tengamos que ver esa sensación de crisis que ya viven los que vamos de 35 años para arriba.
De ahi que veamos el contraste de Bo Peep quien deja de ser la dulce pastorcita de las dos primeras cintas para volverse prácticamente una figura de acción (sin dejar de ser de porcelana y sin importarle las consecuencias que eso le implica), una figura poderosa que puede sobrevivir sin la pandilla y, sobretodo, sin Woody, pero que aporta un detalle muy importante a ese viaje que Woody esta experimentando en su interior.
Los personajes nuevos también son muy valiosos en la historia, es divertido ver la animación de Forky, un personaje tan simple, pero tan complejo, simplemente con ver como se animan los ojitos que constantemente se le caen es tan divertido, y en medio de su poco conocimiento del mundo suelta varias líneas de diálogo que realmente pegan. Ahí tenemos a Ducky y Bunny, tan pegados como parecen ser los comediantes Key y Peele en sus actos, tan aferrados a lo que les hemos visto en sus cintas, vamos, hasta elementos de miedo aportan de una manera genial, haciéndonos recordar quién logró un Oscar por Mejor Guión con una cinta de terror.

Mención aparte nos dejan Gabby Gabby, un personaje que apela más al villano circunstancial que tanto gustan en las historias clásicas de Pixar, pero que se aleja de las maldades de Sid, Lotso o Stinky Pete. Vamos, hasta Woody en la primera cinta tenía más motivaciones de villano que Gabby Gabby, puede que esto no suene bien hasta que vemos sus motivaciones y no les sorprenda que hasta salgan conmovidos.
Finalmente ahí está el personaje de Keanu Reeves, Duke Kaboom, que es lo más divertido que ha hecho Reeves desde Bill y Ted en términos de comedia. Es una pena que no durara tanto en pantalla y subraya aún más el éxito que esta teniendo Reeves en la cultura pop actual.
El punto negativo es el hecho de que los personajes de las cintas anteriores ahora quedan como comparsas, es comprensible que el Señor Cara de Papa solo haya tenido unas líneas en respeto al fallecimiento de Don Rickles, pero el resto de la pandilla queda en algunas escenas y ya, incluso Buzz Lightyear que, a decir verdad, ha perdido fuerza desde Toy Story 3, luce pálido ante los nuevos personajes.

Otro detalle es el hecho de que si bien la cinta intenta darle un cierre digno a la saga, especialmente en cuanto al vaquero se refiere, algo da la sensación de que la película sale sobrando, no al nivel de cintas como Cars 3 (que es buena pero sobra, aunque no tanto como la segunda cinta), pero si de sentir que podríamos evitar esta película y no perderíamos nada en el camino.
También extraño que esta vez Pixar no haya agregado algún cortometraje antes del inicio de la película. Esta bien, quizá no los necesita, pero a veces se me ha hecho más interesante el corto que algunas de las cintas que han venido después del corto, donde vemos una muestra de fuerte creatividad de nuevas promesas en el estudio. Espero que esto no se vuelva a repetir.
Noto también en las críticas de los más jóvenes la sensación de que varias partes de la trama no fueron correctamente comprendidas por el público lo que me hace entender la falta de manejo de la historia para las personas que no crecieron con las películas. No me refiero que tengas que ver las tres cintas antes de la cuarta, simplemente hay cosas que los guionistas dan por sentado respecto a los adultos que ven la cinta contra los niños y adolescentes que apenas y se empapan de esta franquicia.
La banda sonora se mantiene fiel a lo que hemos escuchado pero no agrega algo nuevo a nuestros oídos que permita resaltarla, quizá solo el hecho de que oigamos por última vez «Yo Soy Tu Amigo Fiel» en los cines, dándonos esa simpática nostalgia que seguramente nos hará extrañar otra vez a los juguetes una vez fuera del cine.
Calificación: 8
¿Qué nos gustó?
- La animación de Pixar sigue superándose a si misma, especialmente al ver a Forky.
- Una historia que muchos adultos entenderán y disfrutarán.
- Los nuevos personajes, especialmente Ducky, Bunny y Duke Kaboom.
¿Qué no nos gustó?
- El desperdicio que le dan a los personajes de las otras tres películas, incluyendo a Buzz.
- La sensación de que esta cinta ya no era necesaria.
- Si no te gustó la película, entonces estás muy joven para entender lo que pasó.
- ¿Y mi corto antes de la cinta?
Post-data:
Aunque es el final de todas las secuelas de Pixar Studios (por lo menos hasta que la gente de Disney los obligue a otra cosa), no es el final absoluto de la franquicia, pues Forky tendrá su propia serie animada en el servicio de streaming Disney + con los cortos Forky Ask a Question. Pixar tiene dos proyectos para el futuro, Onward, que nos contará la historia de dos hermanos elfos en un mundo que combina la fantasía y la vida moderna y Soul, que, buscará explorar las preguntas más importantes sobre la vida en un viaje que pretende ir de Nueva York a los mundos cuánticos. Ambas llegarán en el 2020.
Y si tienen paciencia hay una pequeña escena post-créditos.