Mientras todo el mundo seguía cantando Let it Go, las compañías de animación comenzaron a liberar nuevos proyectos, una compañía en particular, Walt Disney Animation Studios, buscaba aprovechar, no solo el éxito de Frozen, sino también el rotundo éxito que habían tenido las cintas de Marvel, especialmente Avengers y Iron Man 3.
Del otro lado tendríamos un proyecto animado que se hizo con puras fichitas, un sencillo pero hermoso proyecto de Ghibli y una secuela muy memorable de Dreamworks. ¿Será acaso que alguna podría con Disney intentando el doblete en los Premios Oscar?
Los Premios Annie tuvieron estos nominados para el 2014:
- Cómo Entrenar a tu Dragón 2 (Dreamworks Animation)
- Grandes Héroes (Walt Disney Animation Studios)
- Canción del Mar (GKids – Irlanda)
- El Libro de la Vida (Reel FX Animation Studios)
- Los Boxtrolls (Laika)
- La Gran Aventura LEGO (Warner Bros.)
- El Cuento de la Princesa Kaguya (Studio Ghibli – Japón)
Para los nominados al Oscar quedaron fuera, para tristeza de muchos, El Libro de la Vida y La Gran Aventura LEGO, pero al rato leerán mi berrinche.
Aparte de Cómo Entrenar a tu Dragón 2, Dreamworks experimentó con la divertida y didáctica Las Aventuras de Peabody y Sherman, que debió haber merecido un poco más de amor de parte de la crítica y la taquilla. Además tuvieron un spin-off, Los Pingüinos de Madagascar, que, a decir verdad, si fue un verdadero relleno que solo los fans de la serie de televisión pudieron disfrutar. Ambas cintas provocaron que Dreamworks se viera obligado a reducir el volumen de cintas y series que hacía año tras año.
Europa trató de llamar la atención con dos de sus personajes más notorios en las historietas con la primera cinta animada de Asterix: La Residencia de los Dioses y también Mortadelo y Filemón (horriblemente doblados en México) tuvieron su debut animado. Vamos hasta Salma Hayek decidió producir el libro de superación personal, El Profeta, en una cinta animada.
Disney, sin Pixar ese año, solo liberó otra cinta animada en el cine además de Grandes Heroes, Aviones 2: Equipo de Rescate, un fracaso que finalmente acabó con DisneyToon. Blue Sky Studios intentó hacer en Rio 2 lo que no colocó bien en la primera y… nos ahogamos en tanto color.
Debo decir que cualquiera de las dos cintas que se quedaron en el camino en los Annie Awards: El Libro de la Vida y La Gran Aventura LEGO, merecían haber llegado sin problemas a los Premios Oscar y da tristeza que no haya sido asi.
El Libro de la Vida fue una cinta producida por Guillermo del Toro, con un argumento del que después Pixar tomaría algunos detalles para darnos Coco, una animación que corría a cargo de Jorge Gutiérrez, un elenco de voces compuesto con muchos actores hispanoamericanos entre Diego Luna, Ana de la Reguera, Salma Hayek, Plácido Domingo, Hector Elizondo y Eugenio Derbez y hasta canciones originales de Jesse y Joy y La Santa Cecilia.
Y si bien, debo afirmar que se vió que hubo algún productor americano que echó a perder un poco la cinta (como meter canciones como Creep para ser cantadas con mariachi o el héroe vestido como torero español (sin comentarios)), El Libro de la Vida es una cinta que presume incluso ser más mexicana que Coco y que, penosamente, hasta los mismos mexicanos terminamos rechazando, y pensar que hasta nosotros mismos terminamos prefiriendo Coco, una producción evidentemente más estadounidense, un tiempo después.
La Gran Aventura LEGO fue una cinta que merecía más cariño a la hora de las premiaciones, una cinta que usó el stop motion e incluso tuvo la ayuda de animadores aficionados que filmaron algunas escenas desde su casa para aportar sus pequeñas contribuciones al proyecto. Es cierto, sigue siendo uno de los comerciales más efectivos en la historia de los juguetes, pero había algunos detalles que la volvían muy efectiva.
Estábamos viendo la historia de un niño que quería intentar cosas nuevas con los juguetes, desde el punto de vista de los juguetes, donde incluso los efectos de sonido son hechos por los propios personajes (brooooom, piu piu piu piu), tenía una canción tontamente pegajosa, al Batman más oscuro, más gracioso y más metalero que hayamos visto y, por lo menos hasta Ready Player One, el crossover más grande de personajes de la cultura pop en una cinta.
Mejor Batman de la década.
Si tenía elementos para haber contendido por los Premios Oscar, aunque su evidente falta de calidad en la animación (hecha a propósito para mantenerse fiel a su narrativa), las escenas live action y su argumento fueron razones de peso para que fuera la gran ausente entre las cinco nominadas al Oscar, vamos, hasta los directores mejor armaron su propio premio con LEGO (y este servidor lo usa para anunciar aquellas cintas que merecían llegar más lejos en los Premios Oscar).
Canción del Mar fue la cinta que se coló por Europa en las nominaciones al Oscar y quizá haya sido su mayor razón para contender. La cinta irlandesa mantenía muchos de esos elementos que le permitieron a El Secreto de Kells para colarse por las nominaciones, como un trabajo muy bonito en la animación, una temática basada en las leyendas regionales y una temática limpia que permitía ver la cinta en familia.
Pero en el papel era la cinta más débil, tan débil que pudo haberse tropezado con una ficha de LEGO y no levantarse más, pero la Academia decidió sacrificar a los dioses a los LEGO para mantener esa linea de apertura al mundo mientras seguía dándole el premio a su patrocinador.
Los Boxtrolls, la tercera producción de Laika, fue la cinta más débil de la compañía. Laika se salió del terror para darnos una historia con diseños exquisitos, unos monstruos tiernos y muy simpáticos, pero una historia que no ayudó mucho a la cinta siendo realmente el primer fracaso de Laika en las taquillas y que nos dejó con la tela de la duda si la posición del estudio como campeon en el stop motion quedaba en duda.
Isao Takahata nos traería su última producción de Studio Ghibli con El Cuento de la Princesa Kaguya, una película que decidió salirse del molde en el estilo de animación para contarnos una historia tradicional japonesa de una familia pobre que decide adoptar a una niña que aparece inexplicablemente en su vida y la tratan como una princesa.
Una cinta que nos muestra cómo el aspirar a algo más puede ser malo tanto para la protagonista como para los padres, embutido en una animación que imitaba perfectamente el estilo a mano, con un fondo blanco y excelentes técnicas de animación que realmente nos daban el enfoque de una historia para contar a los niños (con moraleja y todo) que abre la imaginación y funcionaba a la perfección.
Dreamworks nos trajo la secuela de Cómo Entrenar a tu Dragón 2 en un momento muy malo para estrenar películas (un mundial de futbol), pero esto no evitó que pudiéramos apreciar una de las mejores cintas de la compañía, donde Hipo y Chimuelo crecían ante nuestros ojos y nos dábamos cuenta del gran poder que la Furia Nocturna tenía.
La adición de uno de los villanos más despiadados de la franquicia y de un personaje que pesará mucho en Estoico e Hipo, realmente le metían mucho fundamento a la película, siendo para mi una de las mejores secuelas que han tenido las franquicias de la animación, pues no solo complementaba la franquicia sino que la enriqueció bastante.
Vamos, hasta llegó a tener una de las secuencias más sorprendentes de ese año, una que nos dejó completamente anonadados y tristes. Además la animación, el diseño y los fondos eran magistrales, tenía todo para ser la mejor cinta del año.
¿O lo sería Grandes Héroes?
Aprovechando el hecho de que no podía haber mutantes en el Universo Cinemático Marvel (MCU), Disney decidió adaptar la historia de Big Hero 6, una agrupación de superhéroes mutantes japoneses de Marvel Comics a una cinta animada que tendría los suficientes cambios para estar fuera del MCU y, en cambio, hacerse de una historia completamente Disney.
Hiro, un joven inventor de San Fransokio, ve como su hermano muere en un atentado en su escuela y decide vengar su muerte usando el robot de su hermano, Baymax, para pelear por la justicia y, de paso, ayudarle a los compañeros de su hermano a desarrollar diferentes gadgets para que ellos también se vuelvan superhéroes.
Con los evidentes cambios hechos para evitar gritar «mutante» por cada personaje (por ejemplo Fred era un mutante que se volvía un kaiju y aquí solo usa una botarga con poderes), Disney supo crear su propia historia de acción, llena de momentos vertiginosos, algunas escenas de drama que harían ruborizar a las cintas más malas del MCU e incluso el cameo más gracioso que Stan Lee ha tenido en su carrera.
Tenía un gran trabajo de animación, especialmente en las escenas de la batalla final, personajes muy bien elaborados que hasta uno desearía haber visto en una secuela (aunque hubo una serie de televisión que le dió seguimiento) y una historia que superaba por mucho a cualquiera de las cintas de Thor.
Aunque debemos decir que Baymax fue, junto con Groot, de los mejores personajes secundarios que tuvimos en el verano, si me quedo con cierta resistencia de pensar que Grandes Heroes era la mejor pelicula animada del 2014.
En los Annie Awards, aunque Los Boxtrolls tenían más nominaciones, 13, la cinta solo consiguió dos premios, siendo la gran ganadora Cómo Entrenar a tu Dragón 2 que se llevó a casa seis Annie Awards incluyendo Mejor Película y Grandes Héroes se llevó a casa solo un premio (Efectos Especiales en una cinta animada).
Entonces, ¿cómo fue que Grandes Héroes ganó el Oscar? La cinta, si bien tenía respaldo de Marvel, no tenía tanto fundamento como otras cintas, si había una cinta animada grande de superhéroes ya había salido diez años antes. Salvo por el gran trabajo en los efectos visuales, yo siento que Grandes Héroes se robó el premio que esta vez si merecía Dreamworks.
¿Será acaso que Mickey, por primera vez, usó el Guantelete del Infinito para desaparecer una amenaza de dragones que acabarían con su reinado? O simplemente hubo e$e factor. Lo cierto es que esta vez la mano del ratón pesó muchísimo en la Academia.
Para la siguiente entrega, Pixar regresa dentro de la cabeza del público y se enfrenta a un filme animado para adultos que casi le sacude la mesa, mientras el Oscar de LEGO se iba a un simpático perrito y su patético amo rechazados por una «vieja» cinta extranjera. Y mientras tanto los Annie Awards partían en dos su credibilidad.