Nunca he creído en maldiciones y cosas sobrenaturales, a mi me espantan otras cosas, por ejemplo el estado de cuenta del teléfono de mi hija, los gastos que implica tener una página mona para escribir, los números de la bascula, etc.
Pero se dice que del lado del apellido de mi padre, cargamos las mujeres de la familia una maldición una que nos perseguirá hasta el ultimo ser de nuestras generaciones.
Aunque intento no creer he tenido algunas experiencias que hacen que comience a creer que si existe esas maldiciones. Pero debo aclarar, no es una maldición común, no es de esas en las que me convierto en hombre lobo o monstruo, o bruja a medianoche, créanme eso es mi rutina diaria.
Mis maldiciones recaen en la vida cotidiana, lo que menos imaginas que pueda pasar me pasa, ejemplo, cuando llegamos a Chicago cayo un vórtice polar algo que desde hace 50 años no se suscitaba, fuimos a N.Y. y estando en pleno Times Square se dio un apagón masivo cosa que nunca se daba, bueno podría citar miles de cosas extrañas.
Así que está semana lo reafirme, unos amigos tienen un Podcast donde hablan sobre películas y demás chismes del medio. Soy una persona muy tímida como para hablar en publico, se que suena raro ya que me explayo con todo en mis letras, pero sí, escritores tímidos si existimos.
Bueno, el chiste es que me invitaron a participar en el programa porque el tema de la semana era una película de Ghibli una nueva que acaba de salir en una plataforma. Y como soy super fan, decidieron extenderme la invitación y pues acepte.
La película maneja una temática sobre una adolescente bruja y uno que otro demonio (me sentí identificada) es una cinta animada Así que como buena amante de estás películas me prepare, vi la película, hice mi super acordeón y puse toda mi actitud y fuerza para no cometer ningún error, y no tartamudear, y lo hice.
Me sentí realizada, no sentí nervios, las palabras me fluyeron como si hubiese estado escribiendo o reclamándole mil cosas a mi chico tecnológico (ahí aflora todo).
Así que al día siguiente me dedique a presumir de mi participación en todas las redes que tengo (no solo tengo Facebook), que escucharan el recalentado del programa de mis amigos, que estuve genial, etc.; en cuanto terminó de presumir recibí un mensaje de parte de ellos que decía lo siguiente;
Lo lamentamos mucho, aun no sabemos que paso, nunca nos había pasado, al parecer salimos al aire pero el audio nunca salió, así que todo el programa se quedo perdido. Pero tú estuviste genial. Saludos y esperamos tenerte muy pronto por estos lados.
Y es cuando me cuestiono, como es que paso, en realidad tengo una maldición. Así que mi participación perfecta solo se quedará en mi recuerdo y en el espacio sideral.
Maldición o no, creo que no volveré a participar o primero me asegurare de hacerme una limpia en Catemaco. Está vez me quede como bruja vieja, loca y vestida y con ganas de echar unas buenas maldiciones a no se quien.
