En verdad no se nadar, es lo único que alcanzaron a escuchar mis amigos, yo ya estaba a metros de ellos intentando mantener mi cordura y haciendo todo lo posible por no hundirme, pero por más que lo estoy intentando comienzo a desaparecer entre el mar profundo.
He tenido esté sueño recurrente cada vez más seguido. Se que mis amigos no serán malos conmigo, ellos saben que me aterra el agua, saben de mi accidente cuando era niña.
Este fin de semana saldré con ellos a una fiesta, una fiesta en un yate. No es la primera vez, pero está vez tengo miedo. No me harán daño, estoy casi segura.
Soy la dueña del yate, soy rica y poderosa, pero miedosa e ingenua. Además ellos no saben que los he puesto en mi herencia. Ellos saben que no se nadar, se que ellos no saben del testamento, ellos y yo sabemos, estoy casi segura que no lo harían.
