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Diario de una Ansiolitica

Diario de una Ansiolitica – Redes sociales

No soy muy fan de las redes sociales, la realidad es que me aburren un poco y no les entiendo al cien. Pero dado a mi condición de escritora debo tener ciertos conocimientos para poder dar a conocer mi trabajo, ya saben promocionarlo.

Hace unos días mi editorial, me recomendó usar una aplicación llamada Tik tok, había escuchado hablar de ella y he visto algunos vídeos por Facebook, y a mi parecer eso es para los chavales.

Por ello decidí omitir esa recomendación y preferí irme por la vieja confiable mi página de Facebook y pasarlo de boca en boca.

Así que me dí la tarea de publicar, hacer y deshacer, hacer llamadas a las primas (no es que sean chismosas), a las tías, vecinos, amigos, etc.

Y estando en mi página, decidí actualizar algunas cosas; vi que tenía solicitudes de amistades, muchos de ellas de familia que ocasionalmente eliminaba, pero como me sentía de muy buen humor y entusiasta, acepte varias, así como eventos, invitaciones a grupos de ventas, comida, vecinales, etc.

Definitivamente, uno puede encontrar lo que sea en las redes sociales. Así que yo muy emocionada por lo que estaba haciendo. Comencé a recibir buenas criticas de mi trabajo, nuevos seguidores, bueno, yo estaba como pavo real de todo lo bueno que me estaba dando mi pagina, tanto así que decidí hacer los dichosos vídeos de Tik tok.

Estaba descargando la dichosa aplicación, la investigue, ya tenía algunas ideas, ya traía a mi esposo como loco (bueno eso diario), ya saben pon aquí, tú filmas, pon luz, no a la derecha, a la izquierda.

Pero aquí estoy, sin vídeos ni nada raro, pero sumergida en conversaciones extrañas o más bien raras, con familiares que ni conozco en persona, borrando mensajes de bendiciones y como dirían con temática de piolines, amigos de la infancia contándome sus vidas, que si les compro, que si les vendo, que si les regalo, dios toda una locura.

Comencé a decirles que estaba muy ocupada, que tengo que entregar mi libro y que necesito silencio, etc, pero parece que entendían lo contrario. Así que comencé a irritarme, mi esposo decidió salir a pasear al perro y tomar un poco de aire (si, ya conoce mis momentos de estrés).

Así que ahora estoy de nuevo aquí frente a mi computadora, eliminando y bloqueando a cuanta gente pueda, sin importarme si es el primo de mi primo, del vecino, que la tía, que se yo.

Es por eso que me encanta lo clásico, poner las cosas de boca en boca (y si que me ha funcionado); ya lo decía mi abuela es la mejor forma de darse a conocer y que la gente te ubique y definitivamente no se equivocaba. Como creen que conseguí marido, si no hubiese sido por mis primas que empezaron a decirle a todo el mundo que tenían una prima soltera, bueno solterona y urgida (aclaro eso lo exageraron ellas) pues, no estaría felizmente casada (bueno casada).

Pienso si esta manera de comunicarnos en nuestros tiempos, habrá sido nuestras redes sociales, digo no necesitábamos de computadoras, solo de que una persona comenzará a inventar, chismear, platicar, etc, sobre algo y al final todos nos enterábamos de eso, bueno aveces no era todo cierto (lo mismo que pasa con el Internet), pero funcionaba.

Pues nuevas o viejos métodos de comunicación, a veces es mejor  alejarse de ellas y dejar que las cosas fluyan sólitas. No vaya ser que termines embarrado en las platicas familiares, y te etiqueten como la prima loca, mamona y frustrada de la familia.

 

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