Después de la renovación que hice bueno hicimos en casa, mi esposo me propuso que nos tomáramos una semana para los dos, una salida de pareja muy romántico (que debo decir, de romántico tiene mi esposo lo que yo de paciente).
Como lo vi muy entusiasmado acepte la idea, pero como siempre le puse algunas condiciones (aunque nunca funcionan) 1 debemos tener buena conectividad (necesito seguir escribiendo y subiendo mis avances), 2 mucha comida, es super esencial para los dos (somos muy tragones), 3 cervezas, vino y chucherías (mas esencial que la comida), 4 no interrupciones de nada ni de nadie (osea deja hacer mis cosas, a mi forma y tiempo y consiénteme) y 4 nada de tours planeados (siempre terminan en caos y como saben la maldición de la familia siempre hace de las suyas).
Así que nos fuimos a unas cabañas no muy lejos de casa, el plan fue que nos dejarían ahí 5 días (nos llevaron en una camioneta al lugar porque es un lugar secreto o eso dijeron) e irían por nosotros al 5to día, nos confirmaron que no nos haría falta nada, que todo estaba como lo habíamos planeado y pedido, así que confiados fuimos (que malo podría pasarnos en un lugar recóndito de la tierra), así que llegamos y la verdad es que la casita era una chulada, tenía chimenea, jacuzzi, unas vistas espectaculares, realmente estábamos solos, nos dejaron unos caballos y una motocicleta para uso rudo.
El primer día fue espectacular, me puse a escribir (andaba muy inspirada, la verdad la vista lo valía), tomamos un baño en el jacuzzi, paseamos en caballo (regresamos fatal pero fue divertido), tome muchísimas fotos, bailamos, celebramos, intente subirme a la moto, brindamos, y pues ya saben todo muy romántico, definitivamente no podía creer que todo fluyera tan bien.
Entonces llego el segundo día y lo primero que vemos es que nos dejan una hojita en la entrada de la puerta donde nos avisaban que harían mantenimiento en la zona pero que no nos afectaría en nada.
Conservamos la calma, lo tomamos muy bien, ya saben solo era algo de mantenimiento general, nos aseguraron que no nos afectaría y que no se llevarían mas del medio día (realmente estaba muy estresada, estaba casi segura que algo malo iba a pasar).
No pasaba del medio día cuando nos dijeron que el mantenimiento se extendería un poco más y que todo iba a fallar, osea que no habría Internet, luz, agua, etc. Intentamos no preocuparnos y lo tomamos de la mejor manera, ademas quien necesita del Internet, tenemos comida no perecedera y el agua, era casi seguro que en la noche regresaría sin problema.
Me sentía confiada, todo estaba saliendo muy bien, ademas teníamos nuestros celulares y podíamos pedir ayuda si lo necesitábamos.
Llegamos en la noche con la idea de tomarnos un buen baño, hacer una rica cena y de subir la fotos para que nuestra hija y amigos las vieran.
Pero cuando llegamos, la luz tintineaba, había agua (fue la ventaja) pero el Internet estaba muerto. Nos hicimos a la idea que como era vacaciones no necesitábamos del Internet, que podíamos estar sin el, ademas asi crecimos así que unos días podíamos sobrevivir.
Ademas le dije a mi esposo tenemos los teléfonos, con nuestro plan de datos podemos hacerla, pero entonces comenzó la locura.
El tercer día, despertamos y no había agua, luz y mucho menos Internet, las personas de mantenimiento se habían ido y para acabarla nuestro teléfono solo agarraba señal en la ventana del baño. Así que comenzó la pelea por el baño, por lo que quedaba de agua y de agradecer el horario de verano porque la luz nos ayudo bastante.
Por más que quisimos negar que no necesitábamos de las redes sociales, de las plataformas para ver películas o series, nuestra realidad es que ya no podemos vivir sin ella, y nuestra semana de vacaciones se convirtió en un infierno.
Por fin pudimos comunicarnos con la agencia de viaje, pero lo malo es que como estaba planeado para 5 días no pudieron hacer ningún cambio.
Los últimos días, comíamos y cenábamos en el baño, viendo quien de los dos conseguía mejor conectividad. Me recordó tanto a una escena de una película lo que estábamos haciendo que hasta pensé que íbamos a doblar cajas.
Debo aceptar el ultimo día a pesar de todo lo que pasamos y vivimos, nos dimos cuenta que a pesar de lo loco, frustante, desesperado que sean nuestras vacaciones (porque debo decir siempre pasa algo en nuestras vacaciones) es lo que nos hacer ser nosotros, somos una pareja de caos pero que sin ella no podríamos ser nosotros y mucho menos no existiría este amor que nos tenemos a pesar de.
Así que ahora que ya estamos en casa, ya comenzamos a planear donde celebraremos el cumpleaños de nuestra hija y solo espero que no tengamos Internet ni nada, para que podamos tener mas locos recuerdos de está gran familia que somos.
