Has llegado a esa edad…
Te detienes y miras hacia atrás, observas con detenimiento esas huellas que te han llevado a donde estas en estos precisos momentos. Sabes que tus huellas no siempre fueron rectas y derechas, pero el camino se adecuo a tu caminar, algunas de tus huellas son imperfectas, cortas, largas, indecisas. El camino ha sido largo pero asombroso, pero aceptas que tu caminar aun no ha terminado ahí, aun falta un largo caminar.
Estas en esa edad donde mirar tu reflejo ya no asusta como antes, disfrutas de esos cambios en tu cuerpo, has embarnecido, llevas con orgullo esas primeras canas, esas que salieron por tantas locuras y aventuras vividas. Comienzan a salir mas arrugas, y aunque te niegas en aceptarlas, sabes que lucen muy bien. Tu organismo también ha cambiado, ya no comes con tanta libertad como antes, muchas cosas ya no las toleras, pero eres más selecto en lo que te metes al cuerpo, sin embargo, aun te permites darte algunos gustitos.
Esas caídas de pequeño, esas salidas donde las desveladas eran rutinarias, las mal pasadas alimenticias y el no haber usado esos suéteres que tanto recordaban nuestras madres usar, comienzan a hacer de las suyas el cuerpo. La frase favorita para justificar algunos detalles recae: “Es que me lastime la rodilla cuando era mas joven”. Así que te preocupas mas por tu salud, intentas mantener un régimen, te vuelves un poco mas disciplinado. No eres el mas joven pero tampoco eres el mas viejo. Estas en la edad dorada de la juventud.
Has llegado a esa edad donde comienza lo que se le denomina “crisis de edad”, pero la realidad es que has pasado por mas crisis, problemas y dramas, que este tipo de crisis solo las utilizas para sacar ciertos beneficios. Tu mente es mas fuerte, y aunque la vida te enfrenta a mayores retos, encuentras maneras más rápidas, fáciles y locas para salir adelante y lo mas ileso que se pueda. Aquí en esta edad es donde tus convicciones, tus ideales o creencias, hacen que tu madurez sea lo mas sexy que puedes ofrecer. Y claro a pesar de la adultez, disfrutas de esos momentos donde puedes disfrutar el divertirte como niño y no sentir ninguna culpa por ello.
Estas en la edad donde te conoces tan bien, que disfrutas de tantas cosas, que conoces y sabes. El sexo en este punto es lo mas gratificante que puedes tener durante toda la vida. Claro sigues experimentado, sabes que nunca se deja de aprender, pero eres el dios o la diosa de la cama, y todos quisieran pasar por lo menos una vez contigo “una noche de copas, una noche loca”. Ya nada te asusta en este punto, ahora tu enseñas y eres el sueño dorado de los jóvenes.
Has llegado a esa edad donde el tiempo lo es todo. Gozas pasar tiempo en casa y con los tuyos. Ya no andas a las prisas, te tomas el tiempo para disfrutar de cada detalle. Te complace tomarte ese café matutino, lo sorbes tan despacio que ya no solo lo tomas para despertar si no porque ya se ha vuelto un ritual, un ritual que llena tu alma. Aprecias los buenos momentos con los amigos, la familia, con tu pareja. Añoras esas tardes de juegos tranquilos, reuniones en cafés o bares donde la charla es lo que predomina. Prefieres pasar una tarde o noche en un buen restaurant, en el cine, o en casa. Tus charlas son mas profundas, pero las pláticas del recuerdo llenan el lugar de risas o buenas carcajadas.
Eres de lo que propone los mejores lugares para comer, beber o jugar. En algunos lugares eres casi una leyenda. Tu circulo de amistad es lo mas sagrado, así como tu familia y tu bienestar. Ya no juegas con los sentimientos de nadie, respetas y cuidas. Aprecias mas tu labor, tu trabajo es importante y lo disfrutas, y lo sembrado comienza a dar frutos. Aun sigues aventurándote, te gusta emprender y esas grandes ideas han tomado su lugar. Has aprendido que es mejor dar que recibir, y que lo que recibes llega de mil maneras jamás esperadas. Aun vas a conciertos, pero también aceptas que ya no toda la música es para ti.
Piensas que la tecnología es una de las mejores herramientas que se ha descubierto, pero también piensas que es lo más horroroso que le ha pasado al mundo. Buscas personas con tus mismos ideales, aunque has aprendido a ser más abierto. Tus aficiones las amas, pero ya no le das tanta importancia, por ejemplo, esos partidos de los domingos pasas de ellos si se presenta algo más importante. Te diviertes en las fiestas de la familia, y aprendes que apoyar a tus amigos con hijos es lo mejor del mundo, aunque a veces salgas corriendo de ahí.
Sabes que a esta edad el tema de la muerte está más presente que nunca, y te haces a la idea que te tocara despedirte muy pronto de mucha gente querida. Aunque este tema ya no te asusta como antes. Tomas la vida con mejor humor y mayor tranquilidad. Despiertas y agradeces. Continuas, pero eres más precavido. Ya no derrochas tu dinero banalmente, sin embargo, ese jersey, ropa, joyería, videojuego o juguete aun lo seguirá valiendo.
Has llegado a esa edad, la edad perfecta, donde a la inmadurez se une con la madurez. Has llegado a esa edad donde sientes orgullo de tu caminar. Has llegado a esa edad que cuando has visto lo que te ha costado llegar allí, sientes que has ganado más que nadie y más que nunca. Es aquí donde te detienes, agradeces de nuevo, comienzas a trazar tus nuevas pisadas y vas con todo nuevamente a esa grande aventura llamada vida.
Has llegado a esa edad…
