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Diario de una Ansiolitica

Diario de una Ansiolitica – En forma

Desde que tengo memoria siempre me ha gustado leer, escribir, dibujar, pero también me han gustado los deportes aunque debo confesar que soy maleta para eso.

Recuerdo en primaria y secundaria las clases de deportes siempre fueron mi martirio, lo pasaba fatal, regresaba a casa como si me hubiesen atropellado. Así que he preferido verlos y disfrutarlos de lejos, créanme soy super fan de varios deportes (claro y también soy muy fan de esos cuerpos atléticos y ardientes de muchos deportistas, que a ellos si me gustaría tenerlos en persona, uf!!).

Así que debo reconocer que físicamente no soy una adonis ni nada por el estilo, intento cuidarme, pero por más que intentado ejercitarme pues no funciona (no duro ni tres días), esto de mantenerme un cuerpo atletico se lo dejo a alguien más, pero como soy muy cabezona y no entiendo, he comenzado a hacer algo de ejercicio en casa y salir a caminar.

Y aunque mi madre siempre me lo dijo, si no me cuido, si no me muevo, si no me ejercito, esas caderas que te cargas un día te mataran. Debo aceptar que mis caderas no me han matado pero si han matado a varios en mi vida, ya sabrán verdad.

Yo soy buena estando sentada frente de una maquina de escribir, una laptop, una libreta que se yo, también soy campeona en levantamiento de cuchara, de tenedores, y de otros utensilios que provocan ciertos placeres.

Bueno, el punto es que como dije me decidí a comenzar a salir a correr temprano por la mañana, como comente no soy buena para esto, así que el primer día estuvo de guau, me sentí fenomenal, el segundo día con todo el animo y emoción, busque mis tenis favoritos (estaban casi en pedazos) y tome mi camino, la verdad es que no se como regrese, mis pies ardían, dolían, punzaban, estuve a punto de pedir un uber de regreso, pero como pude llegue a casa.

En cuanto entré a casa quejándome al mil (que raro), mi esposo me dijo: guau rompiste tú récord, dos días. Yo super enojada, aventé mis tenis, claro a quien se le ocurre salir a correr con los peores zapatos, rotos, viejos y sin suela.

Así que ahora tengo el pie derecho hinchado, mi orgullo por los suelos, mi dignidad para que les digo y mis tenis favoritos en la basura.

Pues me he dado por vencida, esto de los deportes no son para mi, siento decirlo pero no soy nada atlética, para otras cosas soy buena, y esos pequeños placeres hacen que queme más calorías de una manera más satisfactoria.

Ya ni la comprada de mi nueva cangurera, así que así como llego se quedará, o ya le daré una nueva utilidad. Así que si me ven por ahí caminando o mejor dicho cojeando tenga piedad de mí y denme un aventon por favor.

 

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