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Diario de una Ansiolitica

Diario de una Ansiolitica – Malas posiciones

13 años de casados parecen mucho pero se pasan volando, y créanme hasta la fecha mis padres y familia se siguen preguntando como es que mi marido sigue a mi lado, que con lo caprichuda que soy, lo arrebatada, lo loca y frustrante, ya hubiese corrido, el colmo es que hasta varios amigos lo han dicho que con mi carácter definitivamente mi esposo es un santo.

Es increíble que opinen eso de mí, pero lo importante es que mi esposo me ama y como yo ya me he acostumbrado a esos comentarios y la realidad es que si soy un poco desesperante (bueno bastante), pues paso de largo con esos comentarios burlones.

Pero bueno, decidí darle una sorpresa a mi esposo para nuestro aniversario. Créanme que a pesar de los años hemos intentado que la flama nunca se apague, pero con una hija semi adulta como se hace llamar ella, un perro jodon y nuestros trabajos, pues a veces hacen falta tener días no tan comunes.

Así que le hable a mi chico tecnológico, ya saben el que mantiene vivo mi blog y más cosas; le dije tú que eres joven y audaz, que tienes ese cuerpazo (intente controlarme) me imagino que traes a muchas comiendo de tú mano (aclaro, le comente que no estaba interesada en sus historias fogosas que se las saltase, aunque tal vez un día lo interrogue como se debe y me inspire para próximas redacciones), así que le pregunte que han hecho para él sus novias, que lugar me recomendaba para tener una noche de mucho sexo, esas noches sucias, ricas, de sexo duro, fuerte sudoroso y por supuesto que no fueran tan caro y que no fuera tan lejos, que tuviera buena bañera, que contará con un menú celiaco (a nuestra edad todo nos cae mal), bueno le pregunte de todo y como se me ocurriera.

El pobre respiraba entrecortado y me imagino que estaba todo sonrojado, digo después de todo lo que le dije y de todo lo que quería hacer, bueno creo que lo asuste, es verdad me pasé un poco pero no es mi culpa ser tan descriptiva.

Así que reserve una de esas habitaciones, de esas que tienen temáticas, decidí irnos por la temática similar a la de 50 Sombras de Grey, con todo y los látigos y amarrijos; nunca habíamos hecho algo tan atrevido y quería esta vez impresionarlo.

Así que después de reservar el lugar, fui y me metí a esas tiendas para adultos donde tienen de todo y para todo, compre unos juguetitos, una ropa de lencería, uff de esas que mataría a cualquiera, salí de ahí sintiéndome toda una diosa sexual.

Llegado el día, me preparé y le dije que le tenía una sorpresa (el odia las sorpresas) así que cuando llegamos realmente logré sorprenderlo. Debo decir que nos sentíamos como nunca, nos sentíamos unos adolescentes, en su mirada había fuego, así que decidimos comenzar con lo básico: besitos acá, besitos allá, mordiditas etc.

Como ya estábamos entrados y al final la habitación no me había salido tan barata, le propuse que hiciéramos uso de lo que la habitación nos ofrecía. Así que, como pude me trepe y me amarro bastante mal, ya empezaba a dolerme todo y cuando le pedí que me bajara, bueno se lo grite, no se como paso que al intentar desatarme resbalo.

Así que ahora aquí estamos en la gran y esperada noche de aniversario en un hospital, yo adolorida por estar colgada en el aire y mal amarrada y mi esposo con 5 puntadas en la cabeza.

Los doctores preguntaron como había pasado y por obviedad se rieron de nosotros y ya a lo lejos oímos decir a unas enfermeras: esa pareja de allá si las personas mayores intentaron hacer la posición del salto del tigre en una habitación de un motel, es increíble que a su edad no se hayan matado.

Sino es por mi marido que me detuvo y que de verdad me dolía todo, estaba a punto de irme encima de las pobres escuinclas, a mi edad, ya querrán llegar a mi edad como estoy, guapa, sexy, ok con dolores en la rodilla, en la espalda baja, etc, es verdad a mi edad!!!

Me dí cuenta que los años si cuentan y por más que queramos experimentar cosas, no todo es para nosotros.

Así que el resto de nuestra noche de aniversario nos la pasamos tomando anti inflamatorios y acurrucados en la cama, pero como dirían en las películas: eh pero las risas no faltaron.

Definitivamente será un aniversario inolvidable.

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