Categorías
Relatos Cortos

Fantasma de la noche

Se detuvo el tiempo con tan solo mirarlo, fue tan hipnotizante su mirada tan angelical pero tan malévolo al mismo tiempo, casi como si fuera un ángel caído.

Me acerque más a el sin titubear, mi respiración comenzó a acelerarse y mi corazón estaba a punto de sufrir un colapso. Acerque mi cuello lentamente a su boca, gemí sin más, solo eramos el y yo, el espacio se redujo sentí escalofríos pero al mismo tiempo mis venas palpitaban al simple rose de sus dedos en la nuca.

Y cuando acerco mas su boca a mi cuello sabía que ahí acabaría todo. Cuando reaccione estaba despertando como de un letargo, sentí como si hubiese estado en mi lecho de muerte, pero solo me importaba recordar su boca, su mordida.

Desperté con una sed infinita, me sentí como si el mundo me temiera, nunca me había sentido como ahora tan jovial tan fuerte tan segura y tan bella.

Ahora solo lo único que quiero es hacer lo mismo que el hizo conmigo, buscar a quien succionarle la sangre y que si me apiado como el lo hizo convertirlo en uno más de nosotros, un sanguinario o en pocas palabras en Nosferatus.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *