Categorías
Relatos Cortos

Carta de amor (respuesta)

Querida Victoria, amada mía:

Se que han pasado 8 meses desde tú última carta, y de que hayas tenido alguna noticia mía. Tengo el corazón hecho pedazos, pero tú recuerdo, tu olor y tú imagen, me han mantenido cuerdo y tan vivo. 

Esté viaje al norte de Europa se convirtió en un infierno y más por no poder tenerte aquí. Hubo muchos contratiempos, tuvimos que refugiarnos de algunos aldeanos que creyeron que veníamos a conquistarlos. Estuvimos viviendo en cuevas, sorteando la suerte de que no nos picara algún animal, o ser cazado por alguno de ellos.

La gente con la que vine de expedición, muchos de ellos perdieron la razón, muchos se suicidaron, a otros los mataron y otros desaparecieron entre las montañas. Han sido tiempos crudos. Y yo solo he deseado estar en casa, a tu lado amor mio.

He imaginado tantas cosas, y he temido lo peor; muchas noches creí que no llegaría a ver la luz del día siguiente, muchas veces sospeche que mis acompañantes planeaban algo en contra de mi, otras veces pensé que estaba muerto y que tú me mirabas desconsoladamente, o pensaba que esto solo había sido una pesadilla más.

Tuve que aprender a sobrevivir, comiendo lo que fuese en el bosque, refugiado en zonas que ni te imaginarias. He pasado fríos tan fuertes que casi pierdo una extremidad. Pero el sol y la lluvia son igual de crueles, y la mente que juega con uno, que si no he terminado loco, fue gracias a ti, a tu recuerdo; no he dejado de tenerte en mis pensamientos a diario.

Todos los días te escribí, creeme, nunca perdí la fe, en que de alguna u otra manera te llegarian estas cartas, que con tanto fervor te he escrito. Tú última carta, la última que pude recibir antes de que todo cambiara, la he llevado conmigo a todos lados, es la que me ha llenado de valor, la que hasta ahorita me mantiene de pie, con fe y esperanza, algo que he necesitado tanto estos últimos meses.

Pero sobre todo tú amor, ese que has proclamado a todos los vientos, ese amor que también juré darte y mantener, es lo que me ha mantenido vivo, despierto y con la mayor de mis ganas de seguir y de luchar.

Por fin hemos logrado llegar a una ciudad pequeña, un pueblo. Nos han recibido tan bien. ha sido un respiro después de todo lo vivido. He podido comer bocados calientes y deliciosos, me recordaron esos días donde paseábamos desnudos por toda la casa. 

Un doctor me ha revisado, solo tengo algunos problemas de salud, pero ninguno tan preocupante. Solo deseo estar contigo mi bien amada esposa. Pero un terror recorre mi cuerpo y mente:

“Y si me has olvidado, si has pensado que te he abandonado, o peor, que pienses que he muerto”.

Tengo noticias muy buenas, en unos días podremos irnos de aquí, y si mis cálculos no me fallan, estaré llegando para las vísperas de Navidad. Solo deseo poder tenerte entre mis brazos una vez más, llenarte de besos, esos que tanto te gustan. Olvidarnos de todo esto, y porque no, intentar tener un bebe.

Cuentos los días.

No tardaré esta vez, solo pido que cuando llegue tú lo estés también, mi corazón no soportaría esto.

Te ama con toda el alma tú bien y queridísimo Juan Carlos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *