Hace una semana que ya comenzamos a caminar y hacer más cosas, realmente me sentía muy feliz, porque aunque disfrute de estas mini vacaciones obligadas, realmente no estuvieron tan mal, y el hecho de que nos apapacharan fue algo delicioso.
Retome nuevamente mis obligaciones y a escribir muchísimo, pero ya extrañaba hacerlo, y pienso que el descanso me sirvió, porque los dedos y mi imaginación (mi muso) han estado al cien. Y aunque aun no puedo salir a ver a mis inspiraciones diarias, desde la ventana de casa los veo pasar en micro shorts y sudados.
Pero cuanto podría durar esto, no lo sabia, hasta que una noche llamo mi madre desde México informándonos que nuestro padre había vuelto a ponerse mal y estaba hospitalizado. Por supuesto yo para este tipo de circunstancias suelo tomarlo con calma y no entrar en pánico, pero algo está vez me hizo hacerlo.
Me puse como loca, histérica, grite a todo mundo y bueno ya saben como me pongo, mi cabeza comenzó a pensar lo peor y el Internet no ayudo mucho (es lo peor que uno puede hacer, investigar enfermedades en Internet), mi cabeza empezó a ver a mi padre que le diagnosticaban cáncer, que lo que le paso era un infarto masivo (como yo lo llamo), etc, y lo único en ese momento era comprar un boleto de avión.
Gracias a Dios, fue atendido oportunamente mi padre y el ya se encuentra en casa descansando y casi al cien, así que con está situación ni como escribir, ya que mi cabeza solo estaba en casa de mis padres.
Pasando este gran susto se me había olvidado que tenia una cita con mi ginecóloga, lo bueno es que todo lo tengo agendado y mi hija me ha ayudado a poner todo para que el celular me avise.
Había tenido algunos dolores allá abajo y no me sentía tan bien, aunque después de todo lo que he pasado era casi normal que mi estrés me estuviera jugando una mala pasada. Pero aun así decidí continuar con la cita, ya saben más vale.
Después de los chequeos de la doctora y ultrasonidos que me hicieron, me detectaron una bola del lado derecho de mi vientre, pero me dijeron que aun no podían saber que era hasta tener los resultados.
Nerviosa como siempre y lo que nunca debo hacer, volví a recaer en buscar datos en San Google: es cáncer, es papiloma, me quitaran la matriz, es la menopausia, etc; hasta llegue a sentir que de verdad tenía algo y hasta lo sentía.
Pasado unos días llamo mi doctora para darme los resultados, y después de tanto que pensé, resulto que la bola que tengo es solo una bola de comida, si así es, al parecer no he podido sacar todo lo que me he comido desde hace tres semanas y eso esta haciendo que mi intestino parezco una bola.
Resultado: dieta, laxantes y nuevamente a descansar. Así que está vez haré caso a todo lo que me pidan, ventaja es que si puedo seguir escribiendo, y lo mejor es que me seguirán consintiendo.
Aquí inserto otro PD: llego la fecha del festival del tamal…
