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Relatos Cortos

Como un calcetín…

A veces no fluye ésto, es como si estuviera atorado, perdido, como esos calcetines que ya no salen jamás de la lavadora. Así estoy, cómo un calcetín sin par, que ya no sabe cuál será su nueva utilidad o si simplemente será desechado. Las palabras se secaron, mis pensamientos están en un limbo sin fin, que cruel y realmente es raro esté intento de fluir. Pienso que nada lo hará cambiar, pero heme aquí, mis dedos no dejan de moverse, y escriben sin parar, es casi como instinto es lo que deben hacer, es su labor, su tarea, es su pasión. Y mi corazón igual, no ha dejado de latir, de emocionarse, no ha dejado de sentir. Dicen que el corazón y los dedos están conectados. Será acaso que es lo único que necesito para seguir floreciendo, para seguir fluyendo, solo eso, sentir.
Ahora lo entiendo, mi boca, mi habla, mis pensamientos, no son solo hechos por mi cabeza, es mi sangre, mi respirar. Ya no soy solo un calcetín sin par, soy toda una colección de prendas perdidas,sin dueños y al final he encontrado la forma de darles utilidad, creatividad y vida. Plasmó mi electricidad, mis suspiros, mis anhelos, mis gritos ahogados.
A veces no fluye ésto, pero solo basta con frotar para crear algo. A veces no fluye, pero al final dejo de ser ese par sin par y me convierto en esa lavadora que contiene en su interior variedades de prendas y colores, y que al final se queda con lo mejor, con lo entrañable, con lo único y así lograr su cometido, hacer que te extrañen, te busquen y te deseen.

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