Si hablamos de una casa y de sus espacios, debo confesar que mi lugar favorito siempre será el baño.
En la recamará puedes comer de muchas maneras, coger, llorar, maldecir, entre otras cosas más, pero aunque se cree que es un espacio intimo, normalmente lo terminas compartiendo con alguien o con algo, así que esa intimidad se pierde fácilmente.
La cocina aunque es fascinante, como dice el dicho, el amor entra por la panza, no a muchos se le da esa fortaleza, y la cocina pasa a ser un espacio demasiado recreativo u olvidado.
La sala, aunque puedes dormir en el, comer, conocer, es un lugar nada intimo, todos entran y salen de ahí.
No se diga del comedor, que aunque es un punto donde puede haber revelaciones interesantes, chismes, llantos, y más, todos tienen acceso al mismo tiempo en ella, y el ambiente no se siente tan intimo.
Pero el baño, es ese lugar, donde sale todo y se queda todo, puedes llorar, gritar, coger, vomitar chismes, bañarte, lavarte, mirarte al espejo, es tú espacio es tú intimidad, son tus olores buenos y malos, solo eres tú contigo mismo. Puedes leer, cantar, pensar, sentir.
Es por eso que mi lugar favorito es el baño, por que me da todo y a la vez se queda con todo.
