Creada por Rarecho en el año 2016 para una serie de micro-vídeos que Sanrio mostró en un programa de comedia japonés y dando su brinco a Netflix en abril del 2018, Aggretsuko llega por fin a su cuarta temporada, y, pese a ello, sigue siendo una oferta tentadora para explorar en muy poco tiempo las aventuras de la metalera panda roja.

  • Título original: Aggresive Retsuko
  • Dirigido por: Rarecho
  • Con las voces de: Desirée González, Vanessa Olea, Julio Bernal, Rubén Moya, María Romo y Manuel Campuzano entre otros.
  • Estreno: 16 de diciembre.
  • Únicamente en Netflix.

Tras los eventos de la tercera temporada, Retsuko intenta reconstruir su vida y tratar de fortalecer su relación con Haida, pero al mismo tiempo este chico sufre de inseguridad respecto a dicha relación. Por otro lado, la compañía sufre cambios muy profundos cuando el presidente cae enfermo y un joven presidente busca hacer cambios radicales en ella.

Muchos pensamos que Aggretsuko había sufrido en la tercera temporada eso que llaman los estadounidenses “el salto del tiburón” o lo que llamamos nosotros “chotear”, eso que es cuando la serie comienza a caer en situaciones tan absurdas que ya no podemos darle seriedad a la trama. Aun así, teníamos muchas esperanzas de ver como Rarecho sería capaz de vendernos algo nuevo con Retsuko.

Y nos sentimos sorprendidos, no solo fue el regresar a lo básico, una trama dentro de la oficina, aunque recordando las experiencias por las que Retsuko pasó por las dos temporadas anteriores y ver que ha aprendido de dichas experiencias y que, también se ha hecho de varias amistades que, de una manera u otra, tienen impacto en su historia.

¿Sólo una vez? Explícame eso….

Por el otro lado, la aparición del nuevo Presidente, Himuro, cambia la dinámica con algunos personajes que tenían mucha fuerza en las primeras temporadas y que ahora tienen un peso muy fuerte en la historia, como la latosa Kabae o el insoportable Director Ton (descanse en paz su voz original en español, Osvaldo Trejo) quienes tienen sus propias subtramas.

Esas subtramas le dan un sabor muy serio a la historia, pues nos muestra la dura realidad de la vida laboral japonesa (y, ¿por qué no?, de la vida laboral de cualquier país) y empieza a mostrar un transfondo que comienza a contrastar con los dos arcos que ocurren con Retsuko.

Sí, podemos dividir la historia de Retsuko en dos tramas distintas, una sobre la exploración de las inseguridades de seguir una relación con alguien que apenas crees conocer y la otra, donde los eventos de las subtramas llevan a Retsuko y a Haida a tomar decisiones que pondrán en riesgo todo lo que habían ganado hasta ese punto.

En serio, estos lentes nuevos no ocupan armazón…

Es una historia donde ya no nos preocupamos tanto por Retsuko, quien ha ido empezando a mostrar señales de madurez en su vida (y unos chacos en su bolsa), sino por Haida, en quien comenzamos a notar una extraña andanza hacia un lado oscuro que no habíamos pensado que él tenía, al punto que si nos terminamos preocupando mucho por él.

Diez episodios que vinieron a mostrar que algunos personajes tuvieron más peso que en otras temporadas, especialmente para Haida, Fenneco, el Director Ton y Kabae, pero que también le dieron sus momentos de brillar a pequeños secundarios como Tadano, Anai, Manaka o hasta a Tsunoda.

Pero hubo algunos huecos, especialmente por dos personajes que habían sido realmente el soporte emocional de Retsuko durante tres temporadas, Gori y Washimi, Gori tiene una aparición y ya, mientras Washimi nos sorprende ver que después de una patada, se torne tan servil, tan sumisa… o sea, ¿qué le dio Himuro a nuestra ave secretaria favorita?

Y…. ¿qué hay del metal?

Quizá el metal suene mucho menos y los números musicales se reduzcan, pero nos damos cuenta, en la cuarta temporada, que Retsuko ya no es la persona inmadura que usa el metal para llorar y quejarse de su mundo, ahora el metal es su arma, su instrumento y ya es una parte de ella que todo mundo comienza a apreciar.

El doblaje sufrió varios cambios debido a la pandemia, y si, reiteramos que la muerte de Osvaldo Trejo impactó mucho en el Director Ton, su voz era más cercana a la que el veterano actor Rubén Moya intenta darle (no es mala su interpretación, pero se oye demasiado noble para ser el peor jefe que uno pudiera tener), también siento que el cambio de actriz con Kabae, si le baja algunos puntos, aunque no debía ser tan seria su personaje, perdió puntos de hilaridad. De los demás seguimos viendo que Desirée sigue dominando muy bien a Retsuko y que lo mejor que ha hecho Netflix es no doblar ninguna canción al español, ni siquiera las canciones de death metal.

Ha crecido mucho Retsuko en esta cuarta temporada, y su quinta temporada, en algún punto del 2022 suena como un nuevo reto para Rarecho que ha vuelto a dejar a la serie con una vara muy alta de alcanzar. Insisto, la cuarta temporada es lo mejor que le ha pasado a la panda roja y esperamos que siga mantenimiento ese nivel por mucho tiempo.

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