Tomando de excusa una de las consolas de videojuegos más queridas por los niños en la década de los ochenta y agarrando elementos de otras cintas clásicas navideñas tenemos Una Navidad en 8 bits, que ya pueden ver en HBO Max.

  • Título original: 8-Bit Christmas
  • Director: Michael Dowse
  • Protagonizan: Winslow Fegley, June Diane Raphael, Neil Patrick Harris y Steve Zahn, entre otros actores.
  • Fecha de estreno: 24 de noviembre del 2021
  • La puedes ver en: HBO Max.

Mientras visitan a la abuela, un padre y su hija deciden pasar el tiempo jugando en una consola Nintendo NES, es entonces que el padre decide contarle la historia de cómo obtuvo esa consola.

Si, sin duda el título de esta película pudo haberse llamado «Como obtuve esta NES» y tomando en cuenta que el que cuenta la historia es el personaje más loco de «Como Conocí a tu Madre» parece que es más que coincidencia entre la narrativa de la película y la famosa sitcom de la década pasada.

En todo caso, 8-Bit Christmas tiene un desafío complicado de ponerse en la lista de las cintas memorables de Navidad al tener que usar muchos elementos vistos en cintas y series de televisión para ofrecer una narrativa que pudiera convencer a chicos y grandes.

Si mamá, ese video que te pase es de Neil Patrick Harris cayendo de forma legen… esperen… daria en la Avenida Michigan…

Y sin dar muchas vueltas ahí tenemos esas referencias que nos harán apuntar a la pantalla diciendo «eso lo vi en» varias veces, como algunos accidentes dignos de Mi Pobre Angelito (además coincide que vivían en los suburbios cerca de Chicago), el clásico «no te lo voy a comprar porque…» que viene de la clásica y satírica A Christmas Story y, finalmente los actos desesperados por obtener la consola en cuestión que parecen ser obtenidos de El Regalo Prometido, además de una referencia que no se si tomarla de Nuestra Pandilla o hasta de Apoyate en Mí, una muy desagradable.

El guion es su punto más débil por esas razones, pero el director sabe jugar con los elementos que tiene, tener a Barney, perdón Neil Patrick Harris manteniéndose legen… esperen… dario como el narrador de la historia en cuestión y que el casting no erra al acomodar a Winslow Fegley como su contraparte infantil, un personaje inmaduro que verá una gran oportunidad de crecer en muchos aspectos en la historia.

Pero quien se lleva la película cada vez que aparece es Steve Zahn, quien va construyendo al clásico padre macho de las sitcom ochenteras que parece no tener interés en lo que ocurre con la familia, solo andar destruyendo y construyendo a su antojo, pero manteniendo un corazón de oro en todo momento. Es hilarante, es gracioso y desesperante.

Ese momento cuando te das cuenta que Payton se retiró y no habrá mas campeonatos de los Bears.

De ahí, los demás personajes se caben acomodar bien a los clichés que les acomodan, como la madre mandona, la hermanita insoportable pero colaborativa, la chica feminista que busca imponerse, el niño enfermizo, el niño bien que presume la novedosa consola y quien tiene su propio macguffin a seguir y hasta el tonto pero rudo bully que cada escuela tiene.

Aunque yo sentí que la ambientación fue muy errada, especialmente cuando los personajes viajan a Chicago a hacer compras o para la escena climática (para alguien que vive en Chicago se dará cuenta que han dado la versión mas desacertada del único centro comercial del centro que denota que ni se pararon en esa ciudad) o algunos errores cronológicos que, pese a todo, se perdonan.

En el punto de vista gamer, supieron explorar muchos detalles de la consola, aunque se nota que tuvieron que inventar un juego en particular para una escena donde aparece el Power Glove, digo podemos ver juegos como Rampage o Paperboy y meten de trasfondo ese escándalo que algunos hicieron diciendo que los juegos de Nintendo llevaban a la violencia, detalles que los gamers veteranos nos hacen sentirnos identificados.

En conclusión, 8-Bit Christmas si hará que algunos nos sintamos conmovidos con una historia con la que muchos cuarentones nos vamos a identificar, más si tuvimos una NES, quizá sintamos un final que parece forzado, pero esta bien colocado. Si valdría la pena darle la vuelta una que otra vez en las navidades, puede que sea una buena excusa para sacar las consolas viejas de vez en cuando y cuentes tus propias historias.

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