Sin duda, muchos de nosotros ya tenemos planeado qué vamos a hacer en la hipotética situación en la que lleguemos a viajar en el tiempo, tal vez intentar traer un almanaque deportivo con todos los resultados de los últimos cincuenta años, posiblemente evitar una acción que a futuro se traduzca en un cambio radical para la línea del tiempo, intentar salvar a alguien o incluso eliminar a un mal potencial como por ejemplo a una inteligencia artificial se salga de control y trate de eliminar a la humanidad. Pero las historias de viajes a través del tiempo contados en series y películas han sido una constante recurrente, pero la cosa aquí es que quien se encarga de contar esa historia tenga una idea original para desarrollarla, este es el caso de Mari Yamazaki quien luego de haber hecho su propio manga ahora este se ha convertido en la nueva serie de Netflix, Thermae Romae Novae.

 

Directo a la reseña

Ya establecimos el precedente con la interrogante que haríamos nosotros en caso de tener la posibilidad de viajar en el tiempo, pero ahora esto se presenta para una persona en específico, un romano de la antigüedad llamado Lucius Modestus, él ha decidido seguir los pasos de su padre y su abuelo, quienes diseñadores de «termas» los cuales dejaron muy grabado en su persona su gran influencia en cuanto a la forma en la que apreciaban y construían baños termales, conocidos en la Roma de aquella época como «termas».

Pero Lucius se siente perdido ya que no logra claridad en sus ideas y siente que está estancado como agua sucia en un charco, pero como siempre un buen amigo suyo lo convence de ir a las termas para relajarse y pasar un buen rato, es aquí donde las cosas cambian abrupta y repentinamente frente a sus ojos, al caer al fondo de la terma las aguas lo transportan a un extraño lugar en el que nunca había estado, una terma muy rara para él, asimilar este nuevo entorno a su comprensión lo lleva a pensar que es un espacio en donde extraños esclavos de «caras aplanadas» tienen sus propias termas, pero estas se encuentran a otro nivel, pero la realidad es que Lucius ha viajado de una terma romana a otra en el Japón del futuro.

En esta comedia animada podemos observar como Lucius se asombra, asimila las ideas y las desarrolla en su entorno conocido, no sin antes pasar por el debido periodo de tiempo en el que personalmente prueba, analiza espacios, objetos, artefactos y además como los experimenta en una forma muy divertida al ser un hombre de la antigüedad, además de que también la forma de interactuar con la gente es sumamente entretenida de ver ya que la barrera del idioma no es impedimento para tener un trato cordial con los visitantes, disfrutar de un buen y relajante momento en el interior de una terma.

Detalles adicionales y conclusión

Obviamente como todo buen anime en este vamos a encontrar que todo conflicto tiene una manera de resolverse y que incluso nos va a dejar satisfechos la forma en la que varios de estos concluyen, desde el acoso de un niño más grande sobre otro más pequeño hasta una forma civilizada de resolver problemas entre personas adultas.

El objetivo de esta serie si no solo es hacernos reír con las entretenidas aventuras de Lucius también nos hace ver de una manera distinta los baños termales, algo que incluso nos llama la atención para ver el más cercano y pasar un agradable momento de relajación ya sea solos, acompañados o incluso para tener una amena charla con los visitantes asiduos del lugar.

La serie cuenta con un buen trabajo de animación, este es bastante detallado cuando se trata de mostrar los espacios y entornos a donde los romanos de la antigüedad acostumbraban ir o también para dejar ver los contrastes de esos lugares con los que hay en el actual Japón.

Aparte de mostrarnos una historia entretenida de un diseñador de termas romano también a través de su narrativa Mari Yamazaki nos muestra aspectos reales en como se desenvolvían los romanos en ese espacio de tiempo, ya sea en sus formas de expresión, idioma y como era su aseo personal.

 

Otro detalle adicional que le da un atractivo extra a Thermae Romae Novae es que al final de cada capítulo veremos y a la vez conoceremos a la creadora del manga, Mari Yamazaki, ella en estas escenas finales nos muestra varios lugares de Japón en donde hay termas, además de dar datos interesantes e historia que comparte con los seguidores además de dejar ver sus observaciones y lo aprendido a través de ilustraciones.

Concluyo la reseña de Thermae Romae Novae con mi recomendación para que le den una mirada, esta es una buena serie que pueden ver en familia, que a pesar de que la mayor parte Lucius se la pasa desnudo cuenta con la debida cobertura al estar cerca de enseñar algo de más, otro detalle es que deben estar pendientes del capítulo siete, ese les recomiendo a los adultos darle una mirada antes de los menores. En fin esta es una serie anime que podría incluso motivarlos a visitar sus baños termales de confianza.

Calificación

Por El Marco

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