Basada en la novela de Jenny Han, A Todos los Chicos de los que me Enamoré fue una película de Netflix donde vemos a una joven lidiar con un lío que provoca su hermana menor al mandar las cartas de amor que ella escribió a varios chicos en su niñez.

Tras una película agradable y una secuela que se sintió un tanto forzada, A Todos los Chicos llega al final de su camino romántico con Para Siempre, que está también basada en la última novela de Han y que llegó a Netflix el 12 de febrero.

Título original: To all the Boys: Always and Forever
Género: Comedia romántica.
Año de estreno: 2020
País: Estados Unidos.
Director: Michael Fimognari
Protagonizan: Lara Condor, Noah Centineo, Anna Cathcart, John Corbett y Henry Thomas entre otros.
La encuentras en: Netflix

Lara Jean regresa de sus vacaciones de Corea del Sur dando su futuro por sentado, su novio Peter ha sido aceptado en la Universidad de Stanford y ella solo espera ser aceptada ahí mismo para continuar su vida con él. Sin embargo, tan pronto como regresa, el primer paso hacia la felicidad no se da y pronto conoce una universidad que le promete un mejor futuro. Con eso se dará cuenta que tendrá que tomar una decisión respecto a su vida romántica.

En la primera película veíamos a una adolescente inmadura tener que lidiar con un lío causado por su hermanita con las cartas de amor que había escrito y de ahí veríamos como su relación con Peter pasó de ser una relación por conveniencia, a una verdadera relación amorosa que tuvo varios traspiés en la primera y segunda película, y ahora Lara Jean debe enfrentar algo más difícil que una ex-novia o un pretendiente casi perfecto: la vida misma.

Aunque Fimognari sigue cometiendo algunos de los errores que cometió en la segunda película (una cinta forzada pues buena parte del argumento de esa cinta se coló a la primera película), pues sigue dejando muy por encima algunos puntos importantes de la historia, si logra algo que me agrada en la película, es el poder revisitar a todos los personajes y ver que cada uno de ellos tiene algo que seguir, vemos como la hermanita de Lara Jean tiene su relación a distancia, su padre sigue su romance con la vecina y los compañeros de Lara Jean y Peter continúan sus vidas y seguramente habría material para hacer más de cada personaje, aunque se siente que en algunas cosas las toma muy al vapor la producción.

Lo que si siento un poco mejorado a la cinta anterior es el manejo de la edición, donde vemos como ejemplo la escena inicial, que ocurre en una cafetería que maneja un fondo digital dibujado a mano sobre los personajes y es uno de esos momentos donde sabes que la película te llevará a otra de esas historias divertidas y altamente azucaradas, pero con un tono de madurez que no esperaba ver.

Lara Jean y sus hermanas se reúnen por última vez

No es que esperara algo diferente, de hecho como comedia romántica juvenil, pasa todo lo que tiene que pasar en el último año de preparatoria, desde los anuarios, hasta el baile de graduación, pasando por el helado en el momento triste, pero uno de los puntos importantes es ese momento donde el primer amor, ese al que tanto se aferran en este tipo de comedias, es puesto a su prueba máxima, cuando la separación es mas que inminente.

También hay una subtrama que la cinta trata de manejar sobre Peter (donde el veterano Henry Thomas hace su aparición) que le da un poco de trasfondo a su personaje, aunque debo decir que ahí es donde noto ese error que le pegó mucho a la segunda cinta, donde si tienes algo interesante que contar, debes profundizar un poco más y no me vende bien el impacto que tiene esta subtrama al final de la historia.

El ritmo de la historia mejora mucho en relación a la anterior y, hace que se torne incluso mas necesaria verla que la segunda cinta que, a la mera hora, sabe a relleno y si me lo permiten, creo que con ver la primera y tercer cinta se sentirán satisfechos.

A veces es necesario respirar nuevos aires…

En cuanto a las actuaciones seguimos viendo el mismo nivel de las películas anteriores, donde tanto Condor como Centineo siguen sosteniendo bien a sus personajes, con esa química que le ha permitido a Centineo ya ser un veterano de mil batallas románticas para Netflix y que han hecho que se nos olvide que Condor fue la mutante que nunca mostró sus poderes en X-Men: Apocalypse y nos quedemos con la caótica pero adorable chica que adora escribir y hacer galletas y cupcakes.

Pero aun nos muestra que Anna Cathcart tiene cuerda para hacer mas de su personaje de hermanita metiche y me parece que si por Netflix fuera, tomarían su personaje para hacer mas historias (mejor hagan un personaje similar y ya), mientras el resto del equipo actoral sabe funcionar entre los personajes tan estereotipados que tiene la película pero que le dan la química suficiente para sostenerla.

Con esta película Netflix se despide de su franquicia juvenil mas solida y solo le queda despedirse de la mediocre El Stand de los Besos, a la espera de encontrar nuevas historias donde pueda intentar nuevos actores juveniles y mantenerse firme en la competencia contra Disney + en ganarse a los adolescentes que navegan por sus servicios de streaming.

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