Por allá de la década de los ochenta, Broderbund lanzó un juego que hizo que muchos volteáramos a los libros de geografía -y después de historia- para ayudar a un jugador a atrapar a una poderosa superladrona llamada Carmen Sandiego y evitar que sus fechorías llegaran lejos.

Al paso del tiempo, el juego inspiró varias secuelas y remakes, una serie animada e incluso un programa de concursos infantil donde el uso correcto de los conocimientos geográficos o históricos hacían que los niños ayudaran a la agencia A.C.M.E. a atrapar a Carmen y a los malvados ladrones de la agencia criminal llamada V.I.LE.

En el año 2019, Netflix sacó una serie animada infantil sobre dicho videojuego y, tras tres temporadas, la serie ha terminado y es el momento de darle una revisión.

Ficha técnica:

  • Nombre original: Carmen Sandiego
  • País: Estados Unidos – Canadá.
  • Temporadas: 3
  • Género: Animación, Infantil
  • Protagonizan: Gina Rodriguez, Finn Wolfhard y Paul Nakauchi entre otros actores.
  • La puedes ver en: Netflix

Carmen Sandiego es una superladrona que ha atraído la atención de dos agentes de la Interpol, aunque tiene un detalle curioso, no roba solo por robar, sino para sabotear las acciones de una agencia criminal llamada V.I.L.E., con la ayuda de Player, un niño hacker y dos hermanos de Boston, Carmen se dispone a evitar que V.I.L.E cometa fechorías y hacer del mundo un lugar mejor.

Con fuerte inspiración en el juego Where in the World is Carmen Sandiego?, cada capítulo de las tres temporadas tienen un molde común, llegar a uno o dos países diferentes, darnos algunos datos curiosos de estos países (como la comida, costumbres, festivales o lugares más famosos) y de ahí llevarnos a ver como el grupo de Carmen, los agentes de V.I.L.E. y las autoridades, primero representadas por la Interpol y después por A.C.M.E., intentan intervenir en cada uno de los espectaculares robos que se dan en cada aventura.

Carmen y sus amigos exploran diferentes paises para evitar grandes robos.

Aunque la fórmula parece ser repetitiva, es muy entretenida y, mejor aún, es muy educativa, sobre todo para los niños, pero a los adultos les agradará conocer uno o dos datos extras sobre los países que conocen, además hay episodios donde la ropa típica y la música juegan roles muy importantes, como uno donde la ópera Carmen juega un rol muy importante, dando incluso cierto homenaje a las caricaturas clásicas.

En cuanto a la historia, si podemos sentir cierta sensación de déjà vu. Es cierto que las historias de ladrones buenos como Robin Hood o Lupin traen siempre algunas motivaciones extras, pero también agregan algunos elementos de misterio que ayudan a tener una fuerte química con la personaje principal, cuya motivación madura muchísimo en cada episodio, sus personajes de refuerzo son sumamente divertidos y hasta entrañables como el hacker Player o el torpe pero firme Agente Devenaux.

Aunque también los villanos son claros clichés de un sindicato criminal que pudo haber sido calcado de un cómic de Batman, cada uno es bien definido y hasta tienen toques de comedia. Es cierto, es una serie infantil y no podemos esperar que haya mucha violencia, de hecho, hacen mofa de ella de cuando en cuando («debiste protegerte el rostro») y solo hay uno o dos casos donde los personajes pudieron haberse brincado esa línea, pero son ladrones no asesinos.

Tenemos una gran variedad de personajes en esta serie.

El desarrollo de la serie es algo irregular, tras las dos primeras temporadas que tuvieron un número constante de episodios, tuvimos una tercera temporada que, debido al COVID-19, tuvo que ser dividida en dos partes, esto dio la sensación de que se perdió un poco el ritmo, pero la segunda parte sabe corregir ese pequeño detalle, de hecho, la primera parte parece, por si sola, un arco completo.

Los episodios finales saben cerrar bien la historia y no dejarnos deseo de ver algo más, aunque quizá decepcione que haya sido la resolución del último arco un tanto rápida, quizá uno o dos episodios más que nos hubieran permitido colgarnos un poco de dicho arco nos hubieran dejado con un mejor sabor de boca.

Hay algo de acción pero no esperen que perturbe a sus niños.

La animación fue sencilla, nada exigente, pero el desarrollo no pone en entredicho la edad de la audiencia; es educativa pero no intenta verse como una serie de kinder en el proceso. Como algo extra, hay una película interactiva que, por su estilo, mejor dejamos a un lado y les invitamos a explorarla por su cuenta.

En conclusión, Carmen Sandiego cumple con su cometido de entretener y educar a la audiencia con una historia divertida y llena de acción, misterio y hurtos espectaculares sin ser tan exigente en su producción. Si por uno fuera, desearía ver más de estos episodios en el futuro, mientras no sea una serie basada en The Oregon Trail.

Calificación:

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