Ser invisible es el verdadero poder”, una frase que nos hace reflexionar que, mientras menos notorio eres, puedes ejecutar mejor tus misiones, cuántos héroes o villanos aprovechan la habilidad de ser invisibles (ya sea aprovechando el entorno o usando un poder) para poder sacar adelante una misión. Es la hora de conocer a un héroe inusual, uno que debe enfrentarse a si mismo para poder enfrentar al mundo: Cero.

  • Título original: Zero
  • Creado por: Menotti
  • Protagonizan: Guissepe Dave Seke, Haroun Fall, Beatrice Granno, Dylan Magon y Daniela Scattolin entre otros.
  • Fecha de estreno: 21 de abril del 2021
  • La encuentras en: Netflix

Omar es un joven italiano, descendiente de inmigrantes de Senegal, que se la vive repartiendo pizzas y dibujando mangas donde los protagonistas son negros. Un día es perseguido por unos pandilleros e inesperadamente desaparece, pronto se encuentra con la oportunidad de poder usar sus poderes para proteger a su barrio de los peligros que le acechan, pero del otro lado, deberá enfrentar sus propias inseguridades y deseos, ¿realmente desea ser el héroe o simplemente debería hacerse a un lado?

Debo confesar que, en medio de la vorágine de series de superhéroes que han salido en estos últimos tres meses en las diferentes plataformas de entretenimiento (dos series en Disney +,  Invencible en Amazon Prime Video, El Ascenso de Jupíter en Netflix), está claro que series europeas como El Vecino o Cero van a pasar sin pena ni gloria, pero cuando comienzas a explorar Cero es cuando uno debe pensar si debes de darle una oportunidad.

Y debemos decirlo, dicha oportunidad no se desaprovecha. A diferencia de otras series de superhéroes, Cero no se sostiene de una franquicia conocida (como pasa con Wandavision o Falcon) o de mostrar los puntos negativos de vivir en un mundo con superhéroes o vivir con ellos (como ocurre con Invencible o El Ascenso de Júpiter), sino Cero toma una premisa que puede sonar algo fresca en el género.

Cero no sabe que puede ser invisible ni sabe cómo obtuvo esos poderes, Cero no sabe qué hacer con esos poderes ni con las propias cualidades que lo podrían denotar como una persona que podría destacar en su barrio o fuera de él. Es un personaje que apenas va encontrando su propia identidad y esto es algo que Guissepe Dave Seke sabe resaltar muy bien, ver cómo evoluciona un personaje solitario y temeroso a un auténtico héroe que hará lo que sea por la gente que ama.

Y esa reflexión se une a una trama general donde vemos una historia de gentrificación tan cruda que ni el director más radical de Estados Unidos intentaría crear. Una dura realidad sobre la inmigración africana y de una de las maneras más crudas de forzar dicha gentrificación, algo que si, lo hemos visto en muchas series o películas estadounidenses pero no de esa manera.

No es precisamente Cero un superhéroe como tal, sino uno que esta aprendiendo de la manera difícil a serlo y sus amigos no son precisamente gente buena y pura, vemos que hay pandilleros y una joven rica que no tiene ni idea de lo que pasa en el Barrio y que no ha visto toda la fotografía del problema que ocurre pese a mostrar amor y buenas intenciones.

Hay algunos recovecos en la trama que, lamentablemente, estaban siendo explotados al final de la serie y que, cuando llegamos al final del último episodio, nos damos cuenta que Cero necesita una segunda temporada para aclararlos. Esto le pega un poco a la serie, aunque debemos decirlo, es difícil vender una historia completa con 8 episodios que no pasan de los treinta minutos.

Turn down for what!!!!

Eso sí, como buena serie europea, la producción no desperdicia oportunidad de tomar buenas postales de Milán, ciudad donde ocurren los eventos de la historia, incluyendo la zona desolada de Barrio y ponerla en contraste con los barrios modernos, donde vive la gente adinerada de la ciudad, o la zona histórica donde vemos los hermosos edificios antiguos del centro de la ciudad.

La banda sonora tampoco tiene desperdicio aprovechando una buena fusión de la música moderna que suena en Italia, metiendo elementos de música africana y canciones que nos suenan a hiphop o hasta reguetón que se acomodan bien al ambiente callejero donde ocurre la historia.

El elenco es bien aprovechado y creo que no hay un personaje que se haya mal escrito o mal interpretado, aunque tampoco esperen que anden ganando algún premio especial, cumplen con su trabajo y debo resaltar el trabajo de Guissepe Dave Seke y de Haroun Fall quienes se llevan los papeles mas complicados.

¿Reconocimiento o tranquilidad? Una pregunta dificil.

El punto malo es para el doblaje que pudo haber aprovechado muchos detalles para darnos un doblaje acertado pero, en el caso de algunos personajes, como Chico, el cubano, se desperdicia el no usar algún acento para poderlo distinguir un poco más del resto de los personajes. Tantos migrantes en la zona y todos suenan como si vinieran y vivieran en el mismo país. Punto malo, resalto.

En conclusión, Cero no busca reinventar la rueda de las historias de origen, queda incompleto en su narrativa, obligando a la audiencia a esperar una segunda temporada (que espero si se haga), pero proporciona una historia bien acomodada de un superhéroe que no espera serlo, que es de una minoría y que busca justicia de una manera poco ortodoxa. Es un buen pretexto para una serie que quieras aventarte en una sola sentada (nomas necesitas cinco horas a lo mucho) y, probablemente, termines esperando, igual que yo, la próxima temporada.

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