Creado en 1954, Godzilla siempre ha sido el arquetipo del kaiju, el monstruo gigante que amenaza con devastar a la humanidad, prácticamente indestructible a las armas comunes y reflejo de la pesadilla que trajo la tecnología nuclear. Desde su primera película hasta la fecha siempre ha sido motivo de revisarlo como el peligro que es, pero también como el potencial protector del mundo. Veamos otro ángulo del Rey de los Monstruos.

  • Título Original: Godzilla Singular Point
  • Género: Anime / Ciencia Ficción.
  • Con las voces de: Mariana Ortiz, Diego Becerril, Gerardo Reyero, Jocelyn Robles y Azucena Estrada entre otros actores.
  • Estreno: 1 de abril del 2021 (Televisión japonesa) / 24 de junio del 2021 (resto del mundo)
  • La puedes ver en: Netflix

Godzilla: Punto Singular nos cuenta la historia de dos jóvenes: Mei Kamino, que es una estudiante de doctorado y Yun Arikawa, un joven empleado de la Fábrica Otaki que es un genio de la programación. Ambos coinciden al investigar el mismo problema desde dos ángulos diferentes: una misteriosa canción india que comenzó a transmitirse desde una casa abandonada, sin saber que esto desatará una serie de eventos que podrían llevar al mundo a una catástrofe global que involucra a nuestro kaiju favorito.

Trabajar una historia de Godzilla que suene diferente a lo que ya hemos visto a través de la larga historia del Rey de los Monstruos en el cine y la televisión de Japón y Estados Unidos siempre ha sido un juego riesgoso, que ha tenido momentos gloriosos como las primeras cintas de Toho o King of the Monsters (mi favorita de Godzilla entre las cintas estadounidenses) o fiascos como el Godzilla americano de los noventa o la serie de Hanna-Barbera (¿alguien dijo Godzuki?) y Singular Point decide arriesgar mucho.

Primero que anda en despegarse de lo que generalmente tenemos de Godzilla, en hacer una historia que tenga más elementos de un anime juvenil (entre mascotas kawaii como Pelo II, el señor de la tercera edad con cara rara, actitud terca, pero corazón de oro o incluso dos personajes nerds que muestran sus colores hasta en los ambientes laborales más difíciles) y tratar de mantener una historia que, en medio de un apocalipsis, mantiene cierto brillo y cierta comicidad que hace que los fans de Godzilla se desesperen un poco.

Regresa el Rey de los Monstruos a un anime…

También notamos una fuerte variedad de personajes, algunos que están bien establecidos como Mei, Yun o los compañeros de Yun en la fábrica Otaki y otros que hubieran sido mejor explorados, como la gente del Corporativo Shiva (que salvo BB o su hija, si se sienten los personajes un pocos planos) o los agentes del gobierno. En momentos si deseas ver la profundidad de las intenciones de dos o tres personajes y de pronto los pierdes, para que luego aparezcan de otra manera.

La parte más importante es la exploración del tema de los kaijus y cómo surgen en esta continuidad, pues, a diferencia de lo visto en las películas clásicas de Godzilla, aquí observamos un nuevo desarrollo de los súper monstruos a través de principios de física cuántica, entre arquetipos, polvo rojo, calamidades globales y una cantidad casi infinita de Rodanes volando por los cielos de todo el mundo y el surgimiento de un nuevo héroe, el mecha Jet Jaguar, que pasa de ser una curiosidad de feria a la última esperanza de la humanidad.

El desarrollo del Jet Jaguar y las inteligencias artificiales cobran un punto importante de la historia, donde vemos como pasan de ser simples asistentes de celular a convertirse en las soluciones a los complejos problemas que atrae la aparición del polvo rojo y los arquetipos, especialmente las historias involucrando a Pelo II, la adorable pero compleja IA que utiliza referencias animadas para verlo hackear y resolver complejos problemas científicos.

Jet Jaguar, una simple atracción infantil… una sorpresa

El mayor problema radica en que el desarrollo de los kaijus es algo lento y si bien vemos una buena variedad de ellos, no vemos al Rey de los Monstruos sino prácticamente al final de la historia en toda su gloria, con una evolución constante que lo hace más peligroso a cada episodio, pero que nos deja mucho a deber, al punto que nos queda de consuelo ver al Jet Jaguar siendo el personaje central de las batallas contra esta diversidad de kaijus que comienza con Rodan y que agrega diferentes monstruos del bestiario kaiju como Anguirus o Manda durante el desarrollo.

Además, el anime sigue haciendo notar cierta suavidad en la trama, haciéndola un poco adaptable a un público más familiar, donde vemos que es raro ver que alguien muera en la historia (y cuando esto ocurre parece que ni hay tanto drama, ni sangre), aunque si hay momentos perturbadores como la batalla contra las kaiju araña. Para los fans de Godzilla que han estado más al pendiente de lo que pasa en el Monsterverse esto puede ser muy decepcionante.

El trabajo de los conceptos de la ciencia ficción también es algo que cuesta por momentos entender y quizá esa forma de manejar la física cuántica a veces fallaba en darse a entender, pero, como programador, disfrute mucho las escenas donde había explicaciones de conceptos de programación para entender la funcionalidad de las inteligencias artificiales y, aunque hubo un detalle que me desesperó mucho, me di cuenta que tenía mucha utilidad más adelante.

NO HAY PAPEEEEEEEEL!!!!

El doblaje se me hizo formidable con Gerardo Reyero en uno de sus personajes más locos y sorpresivos (Goro Otaki fue la onda), mientras el resto del elenco cumpliendo con las exigencias de sus papeles. Quizá hubieran trabajado un poco más la edición de sonido para que no se perdieran algunos diálogos en algunos puntos de la historia (sobretodo cuando ponían medios transmitiendo información) y otro punto importante es a la hora de usar nombres de personajes extranjeros como Jet Jaguar… (¿en serio tenían que pronunciar jaguar en español?).

Godzilla: Punto Singular se sale del molde en lo que hemos visto en los más de 65 años de la historia del Rey de los Monstruos y entender los principios de ciencia ficción que venden en la trama hacen complicado vender su historia al público, pero sale bien librada en la tarea de entretener y si nos deja con ganas de darle seguimiento, deseos de ver a otros monstruos que quedaron en el tintero o en ideas como Ghidorah o Mothra, ¡quiero una Mothra!

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