En la última parte del siglo XX y como sabemos muchos contemporáneos de esa época la animación japonesa tuvo un resurgimiento triunfal en México y América Latina, varias de estas series nos marcaron y se convirtieron en nuestras favoritas abriendo un camino para lo que llegaría posteriormente. A partir de ahí sabríamos que hay más historias que faltaban por ser contadas y las cadenas de televisión buscaban nuevos animes para integrar en su programación infantil, algo que igualmente era disfrutado por adolescentes y adultos al tener una gran variedad y diversidad de temas que adicionalmente llegaban a nuestras pantallas con el mejor doblaje al español de aquel momento. Ese periodo y la convergencia de series con doblaje al español se convirtió en una época dorada en la historia de la animación japonesa en nuestra región.

Todavía el manga y mucha animación japonesa no llegarían de manera oficial, por tal motivo mucho de ese material estaría disponible por medios ilegales en los que predominarían las fotocopias de páginas de revistas japonesas, arte hecho por talentos locales en los que se contaron historias alternas además de películas llegadas en los formatos disponibles como Beta y VHS, los contenidos eran muy variados, desde Ovas, segmentos muy adelantados de capítulos de varias series, versiones en japones sin subtítulos o con doblaje ibérico (onda vital), otras series con temática sumamente violenta y obviamente sin olvidar las de naturaleza erótica. Material que por muchas razones no sería elegible para llegar a los medios disponibles en ese momento ya sea por cuestiones de licencia, clasificación o por buscar seleccionar lo que sería más adecuado para colocar en las barras infantiles de la tarde en la televisión.

En los 90’s solo se podía acceder a series como Evangelion a través de manera ilegal por cintas en Beta o VHS en zonas especializadas.

No solo los canales de televisión abierta estarían en la búsqueda del próximo éxito o más grande logro en la animación japonesa para transmitir en sus canales, igualmente también las emisiones por canales de cable sería una parte importante para la llegada de nuevos animes, teniendo en cuenta los dedicados como por ejemplo Locomotion quienes transmitían en su momento varias series en el transcurso del día, aunque también otros canales tenían alternancia entre su programación infantil regular y series de animación japonesa, cosa que en la sería sumamente grata en la selección de algunas en especifico, uno de estos aciertos llegaría a través del canal Fox Kids con la serie Shaman King.

Locomotion fue de los primeros canales de cable dedicados completamente a la animación japonesa dirigido para México y América Latina.

Por el año 2002 llegaría la serie Shaman King a Fox Kids (posteriormente como Jetix), basada en el manga de Hiroyuki Takei que constaría de un total de 35 ediciones, la serie anime en su momento estaría emitiéndose casi a la par de la salida de los mangas en Japón y por tal motivo esta solo llegaría a tener de momento tan solo 64 capítulos sin llegas a avanzar más allá en esa versión. Afortunadamente para México ya América Latina Shaman King sería transmitida en su totalidad de episodios con un impecable doblaje al español el cual además de mostrar el sentimiento y emoción de los personajes también contaría con hilarantes y divertidos modismos regionales, algunos que por las condiciones actuales serían muy criticados y ya no podrían ser usados en la actualidad.

Directo a la reseña de Shaman King o como llegó a Netflix, Rey Chamán

Todo comienza siguiendo al joven estudiante de secundaria Manta Oyamada, un muchacho normal quien además es un estudiante bastante inteligente y aparentemente regular, con una base de amigos de escuela los cuales no son precisamente tan apegados como para continuar viéndose después de clases.

Cierto día al salir de clases y recién caída la noche Manta tiene la genial idea de cortar camino para llegar más rápido a su casa atravesando el cementerio de la localidad Funbari, como buen escéptico piensa que nada malo va a pasar al pasar por ese lugar y que no va a tener altercados con espectros y apariciones (algo así como los cazafantasmas de YouTube). A su paso por el lugar alguien lo llama y le sugiere quedarse junto con «los otros» miren el cielo lleno de estrellas, un misterioso chico quien con toda la amabilidad lo saluda a su vez que le muestra que además de ellos dos hay más quienes se encuentran admirando el cielo, una observación que para Manta resulta ser sumamente aterradora ya que «los demás» resultan ser almas o espíritus de los difuntos quienes por lo que se ve se llevan bastante bien con ese joven y es ahí cuando Manta activa su habilidad de huir despavorido.

Al día siguiente en la escuela Manta le cuenta a su reducido grupo de amigos lo que paso y pues ellos obviamente no le creen, además que la descripción de la persona que estaba ahí no era del todo atinada. Eso hasta que para sorpresa de Manta resulta que el misterioso muchacho es presentado en su salón como su nuevo compañero de clase, Yoh Asakura. Al cuestionarle de su asociación con entidades paranormales del más allá el solo le respondió «los fantasmas no existen en este mundo», en ese momento Manta activa su habilidad de investigador y decide seguir paso a paso a Yoh y tomar toda evidencia de que él es capaz de tener contacto con seres espirituales, finalmente Yoh habla con él y le cuenta acerca de que es un «chamán«, el vínculo de este mundo con el más allá. Para Manta es algo todavía carente de lógica y sentido, ya cuando iba de vuelta a su casa decide dar una mirada por el cementerio en busca de Yoh y algo más que sustente lo que le contó.

Al llegar Manta al cementerio lo que encuentra no es la irrefutable evidencia de la existencia de que los vándalos de la zona también tienen como punto de reunión ese lugar, algo que termina de la peor manera posible ya que es golpeado y magullado por Ryu «Espada de Madera» y su pandilla. Sus compañeros de escuela obviamente notaron el estado de en el que se encontraba y se burlaron de él además de sugerirle dejar de lado su investigación puesto que era una perdida de tiempo, frustrado y molesto estuvo cerca de reaccionar de forma violenta pero en ese momento llegó Yoh para decir «los fantasmas existen».

Al final de cuentas Yoh llevaría a Manta a tirón de brazo de nuevo al cementerio y enfrentar a Ryu con su grupo, pero para él ya aterrado Manta esto era completamente desproporcionado para su comprensión y algo que no esperaba es que Yoh haría equipo con el antiguo fantasma de un samurái legendario conocido en la región como Amidamaru «el sanguinario». Es a partir de este momento en el que la amistad entre Yoh, Manta y ahora también Amidamaru comienza para seguir el camino en la búsqueda de convertirse en el próximo Rey Chamán con la mentalidad siempre positiva del joven Asakura teniendo en cuenta que no importa que problema o adversidad se presente «todo se va a solucionar».

Detalles, datos y conclusión de la reseña

La historia del anime ahora emitido en exclusiva a través de Netflix es básicamente la misma, con algunas diferencias que podrán notar si ya vieron la primer versión, como por ejemplo la sensación de que la serie avanza más rápidamente ademas de ver que hay cosas no se incluyeron pero también hay otros elementos que no se habían visto previamente en la serie. El estilo de animación retoma igualmente al de la serie original pero con una calidad y detalle mejorado y superior, sumamente colorida teniendo nuevos detalles en cuanto a las técnicas de combate, además de que en esta versión a diferencia de la antigua no llega con censura, no porque tenga escenas subidas de tono o violencia excesiva sino porque como recordamos la versión original al haber llegado primeramente a los Estados Unidos esta contaría con elementos eliminados al considerarse no adecuado para los niños pero que en realidad es algo que actualmente se puede manejar con supervisión adulta, es decir, compartir la serie entre niños, jóvenes y adultos.

Tomando en cuenta lo de las técnicas de combate como toda buena serie de animación japonesa cada personaje tiene sus propias habilidades y técnicas, por consiguiente cada una de estas llevan un nombre lo que las hace diferentes entre si, por lo cual escucharemos el nombre literal de estas conforme vayan saliendo y avance la serie.

En cuanto al manejo de los personajes avanza bastante bien y a pesar de tener en mente y a comparación con la versión del 2003 (la eliminación de escenas) en absoluto no se convierte en un obstáculo para que cada uno sea bien desarrollado con personalidades independientes las cuales se van evolucionando conforma la serie continua.

En lo que respecta a la clasificación de la serie y como menciono previamente tiene una violencia moderada, algo que es visible para menores de edad y nada mejor que acompañados por un adulto que también disfrute de ver el regreso de Rey Chamán o como lo conocimos en Fox Kids, Shaman King.

Como dato adicional la cantante  y «seiyū» Megumi Hayashibara es una mujer sumamente talentosa con una larga trayectoria en Japón al estar trabajando constantemente para varias series de anime, para Shaman King interpretó las canciones de apertura y cierre en la versión del 2002 Over Soul al inicio y Omokage al final (interpretada para México y América Latina por Gabriela Vega), ahora nuevamente lo vuelve a hacer para la versión de Netflix con el tema Soul Salvation al inicio y al cierre Boku no Yubisaki. Aparte como «seiyū» es la persona quien ha dado su voz para el personaje de Anna Kyōyama para en ambas versiones en idioma japonés.

 

Ahora en el apartado del doblaje solo puedo decir que es algo sumamente genial, muy bien hecho, muy bien trabajado, muy bien realizada la labor de adaptación de diálogos a nuestro idioma, algo realmente único que le da un gran valor agregado para ver la serie en español, evidentemente nos hace recordar como menciono al principio de la reseña la época dorada del doblaje mexicano para las series de finales de los 90 y principios de los 2000.

Esta labor fue dirigida por uno de los grandes del doblaje mexicano, el señor René García en New Art Dub para el estudio Iyuno-SDI, apegándose a la alineación de actores que doblaron la serie en el año 2003 resulta que la actual es casi prácticamente la misma, una labor digna de reconocimiento para todo el equipo que colaboró ya que se integra a la perfección cada talento oral a los personajes planteados, definitivamente la calidad que esperamos apreciar a futuro en otras series.

El elenco de voces está integrado por Gabriel Gama como Yoh Asakura, Ana Lobo como Yoh Asakura de niño, Laura Torres como Manta Oyamada, Rubén Moya como Amidamaru, Sebastián Albavera como Amidamaru de niño, Ana Lucía Ramos como Anna Kyōyama, Jorge Ornelas como Ryunosuke Umemiya (Ryu Espada de Madera), Miguel Angel Ghigliazza como TokageroRolando de la Fuente como Len Tao, Gerardo Reyero* como Bason, Abraham Vega* como Horo Horo, Octavio Rojas como Silver, Iván Bastidas como Hao Asakura, Mónica Villaseñor como Hao Asakura de bebé, entre otros muchos. Solo hay alguno que otro cambio en cuanto a actores de doblaje pero apegados y bien aplicados al personaje representado.

Para concluir mi reseña de Rey Chamán es una gran serie que es obvio se las recomiendo, está desde el principio tiene un gran desarrollo en su historia, narrativa y personajes que los va a terminar enganchando. También como menciono el nivel de violencia que tiene es moderado y es algo que podrá ser visto por niños, además que como toda buena serie anime tiene conceptos de amistad, redención, perdón, capacidad y perseverancia para sobreponerse ante cualquier problema.

La serie en Netflix cuenta con 13 capítulos en su primer temporada, pero si no han visto la serie original y quieren dar una mirada a lo que se viene pueden hacerlo a través de Amazon Prime Video quien tiene en su plataforma los 64 episodios originales del 2003. Aunque también al ver la versión antes mencionada podrán apreciar el grado y manejo que se tenía en aquel entonces con el doblaje, estilo de animación y de igual forma hacer su propia comparación con los actuales.

Calificación

Por El Marco

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