De impulsar la carrera de Will Ferrell con cintas como Ricky Bobby: Loco por la Velocidad o las películas de Ron Burgundy, Adam McKay ha estado poco a poco apartándose de esa estela de ser el director de uno de los actores de comedia que más opiniones polarizadas ha dejado en su audiencia (seamos sinceros, o amas a Will Ferrell o lo odias) y pasó a convertirse en un crítico de la sociedad estadounidense actual y las maneras en que el gobierno y el sistema económico pueden manipularla.
Empezando con La Gran Apuesta, una película que ayuda a entender como se dio el fraude que desató la crisis económica del 2008 y, siguiendo con Vice, que relata la historia del Vicepresidente Dick Cheney y el uso de su poder para lograr sacar negocio de una guerra, McKay regresa para seguir picando costillas a la sociedad estadounidense con la sátira que es No Miren Arriba.
- Título original: Don´t Look Up
- Director: Adam McKay
- Actúan: Leonardo DiCaprio, Jennifer Lawrence, Meryl Streep, Cate Blanchett, Jonah Hill, Himesh Patel y Timothee Chalamet entre otros.
- Estreno: 10 de diciembre (cines), 24 de diciembre (Netflix)
- Disponible: Netflix
Un par de astrónomos de la Universidad Estatal de Michigan detectan un cometa que va en trayectoria directa hacia la Tierra, y vemos aquí los esfuerzos del par por hacer llegar la noticia al mundo, encontrando obstáculos en el gobierno de los Estados Unidos, los medios de comunicación y las redes sociales, ¿serán capaces de salvar al mundo?
McKay quizá sea lo mejor que le pasó a Hollywood cuando el fenómeno mediático llamado Will Ferrell dio en el cine. Soy sincero, no me cae mucho dicho comediante y por esas razones podría ignorar el trabajo de McKay en su periodo con Ferrell, excepto por las películas de Ron Burgundy, que escondían una divertida sátira hacia los medios de comunicación, donde los reporteros son capaces de pelear, literalmente, hasta la muerte, por obtener la atención del público y ver como las cosas a veces “se escalan rápidamente”, digo, no es solo aguantar a Ferrell, es también disfrutar ver a Steve Carrell o Paul Rudd participando en esta película.
Cuando vi Vice, mi visión de McKay cambió mucho, ya venía un poco encarrerado con La Gran Apuesta, un guion muy original en su momento, donde McKay supo insertar con ingenio explicaciones de economía impartidas por una Margot Robbie tomando un baño de burbujas y Vice supo mantener esa línea y nos hizo entender y apreciar el gran trabajo de Christian Bale para transformarse en el odioso vicepresidente de la película (tan odioso que hace ver a Will Ferrell como un pan de Dios) y esto me hizo tener esperanzas en No Miren Arriba.
Es cuestión de apagar por un rato el switch político y tomar una posición neutral, tomar unas palomitas y sentarnos a observar cómo McKay se prepara para lanzar una serie de hilarantes críticas contra todo, contra un gobierno que, dispuesto a mantener o incrementar el número de votantes, dirá que una noticia es falsa y luego afirmar que no lo es y que buscará resolver el problema. Contra los medios que no ven el gran problema que se viene como algo importante y que deciden mantener una posición sonriente ante la audiencia y tratar de encontrar noticias más sensacionalistas y felices. Contra las propias redes sociales, que son capaces de cancelar a alguien que de pronto, en un momento de hígado, suelta toda su furia frente a la cámara y termina siendo cancelado como “loco”, “perturbado”…
Y conforme avanza la historia la repartición de golpes continúa, ¿hasta donde puede llegar alguien que tiene esa noticia importante para convertirse en el héroe del momento o caer en la corrupción que los medios, el gobierno o las propias circunstancias le ponen enfrente? ¿qué tan cancelable es lo cancelable?, ¿qué beneficios económicos puede traer una noticia catastrófica en el proceso?
Uno de pronto enciende el switch de la realidad, y vemos que McKay no está errado al afirmar que su película esta basada en “posibles hechos reales” y muchas de las cosas que pasan hoy en día hacen click con la fantasía del fin de la humanidad. Quizá no necesitemos que nos caiga un objeto estelar encima para darnos cuenta que, probablemente, el país más poderoso del mundo sería incapaz de resolver una crisis a gran escala porque ni siquiera sus habitantes parecen mostrar unión.
Es cierto, es difícil pensar en esta historia con los ojos de alguien que no vive en los Estados Unidos o no le interesa lo que ocurre en aquel país, quizá sea difícil entenderlo cuando el país donde vives no tiene la suficiente tecnología para enfrentar un evento catastrófico, pero podrías reducirlo a un escenario alterno, a pensar en el ¿qué pasaría en México, Argentina, Timbuktú o el lugar donde te encuentres si el cometa cayera?
El guion es punzante, doloroso, odiarás a los personajes que McKay quiere que odies y sentirás lástima por los demás, si llegas a ese punto, entonces el director ha ganado. Si no es así, entonces seguramente ya tomaste partido en esta historia y seguramente ya condenaste al director. Y, ¿que crees? McKay también gano. Es difícil que esta historia se vuelva indiferente para ti.
Y aunque no tenemos a Will Ferrell en esta película (que bien pudo ser el Presidente de Estados Unidos), Meryl Streep cubre muy bien ese hueco, y sin tener que llegar al nivel actoral que mostró con su igualmente odiosa Miranda Priestly en El Diablo Viste a la Moda, esto lo logra complementándose con la actuación de Jonah Hill quien hace a su hijo y Secretario de Estado, que es hilarantemente odioso.
De las actuaciones principales, debemos decir que, mientras Jennifer Lawrence logra darnos varios momentos importantes, especialmente recordándonos lo que un general hace durante su estancia en la Casa Blanca varias veces, también logra hacernos recordar que, en el mejor momento de su carrera, cualquiera de sus gestos o acciones eran memes instantáneos y aquí McKay sabe explotar esa circunstancia, quizá no la veamos como Mejor Actriz, pero sabe hacernos recordar esos momentos que le dieron igual el Oscar y la atención de la internet.
La mejor actuación es la de Leonardo DiCaprio quien sabe sostener a un personaje que va desde el entusiasmo del descubrimiento del cometa hasta el aceptar las consecuencias de todas las acciones que trae consigo. DiCaprio refleja todo lo que el humano común podría mostrar en esas circunstancias: ansiedad, desesperación, furia e incluso la capacidad de ser alguien corruptible y que podría dejar atrás una vida equilibrada solo por ser el nuevo centro de la atención. Será difícil ver si gana el Oscar, aunque colarse a los nominados sería un gran logro para DiCaprio.
También resalta Mark Rylance quien interpreta al dueño de una compañía de tecnología y que muestra esa doble cara que tienen esos expertos que saben bien de sus tecnologías y las usan para callar bocas, pero no saben nada de lo que se necesita para conquistar a la ciencia. Parece ser un ser tímido pero puede ser el mismísimo diablo con lentes y celular.
Hay otros personajes secundarios que se mueven conforme a la trama, ahí tenemos a una cantante interpretada por Ariana Grande que incluso acomoda una canción que podría ir derechito a pelear premios el próximo año (y decir que la letra es la mejor colocada de las canciones que han salido para películas este 2021), que su subtrama sale muy bien acomodada para ver como los medios pueden perderse en cosas banales (representados por un risible Tyler Perry y una seductora Cate Blanchett que resulta más femme fatale aquí que con Guillermo del Toro, ya luego hablaré de Nightmare Alley).
Algo que sorprende es también el uso de los efectos, cuando estos son pedidos, parece que uno pensaría en que igualaría lo que hizo Michael Bay en Armageddon (la comparación es justa y razonable, aunque también esta cinta tiene una larga lista de películas para comparar como Dr. Strangelove, Network, Impacto Profundo, etc, etc, etc.) y de pronto lo poco que tiene que mostrar de ciencia ficción es sorprendente, quizá no al nivel de una cinta de Marvel, pero si al nivel de colarse a una nominación en esa rama, ya veremos, hubo muchas cintas de fantasía este año.
¿Veremos a No Miren Hacia Arriba peleando premios? Si, pero yo ya veo mucha gente ofendida con esta película, en fin, así es la sátira, así es la comedia, vamos muchos a reír, pero van otros a refunfuñar. Es por eso que la Academia no premia comedias, siempre alguien al final se sentirá ofendido.
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