Titulo original: Pretend It’s a City
Género: Serie documental
Año de estreno: 2021
País: Estados Unidos
Director: Martin Scorsese
Protagonizan: Fran Lebowitz, Martin Scorsese
La encuentras en: Netflix
Duración: 30 minutos por episodio, 7 capítulos

Cuando uno cree que que todo está perdido, ya que la pandemia nos ha arruinado muchos planes y nos ha obligado a cambiar la forma de vivir y no se diga de la forma de disfrutar del buen cine o del malo, la necesidad actual de entretenerse se ha convertido en tener en nuestras televisiones, tabletas, teléfonos móviles, computadoras, las mejores aplicaciones de entretenimiento para tener una nueva formar de disfrutar  películas, series, anime, reality shows, etc, y  es tan necesario que se a vuelto competitivo y tan absurdo, pero la mayoría nos han traído porquerías de temáticas tan aburridas y tan predecibles, que el espectador o se acostumbra o huye de estas plataformas.

Pero si se es un buen espectador o mejor dicho un buen buscador y la necesidad de estar bien entretenido logra que rascando un poco uno puede encontrar joyas que realmente valen la pena, y que perderse por una hora, media hora, quince minutos en una buena serie, un buen documental, película, animes, hace que sea asequible el pago de las mismas.. Y así es como llegamos a esta reseña, una docu-serie que llegó en enero de esté año a Netflix dirigida por el gran Martin Scorsese y protagonizada por la escritora Frank Lebowitz.

Es una serie basada en los escritos y charlas de la controversial, emblemática, humorista y ácida Frank Lebowitz, donde a través de cada episodio nos cuenta su travesía, su forma de ver, sentir, vivir y del porqué ama tanto Nueva York; en la que en cada episodio nos va mostrando un pedazo desglosado de una ciudad o mejor dicho de La Ciudad, de esa que todo el mundo habla, desea y que a la vez odian y repudian.

 

Así es como Scorcese recrea todas las conversaciones que grabó con ella en un bar neoyorquino y las diferentes conferencias que ha dictado en los últimos años está Fran, así como también recopiló las diversas entrevistas que le otorgó a personalidades como a David Letterman, Alec Baldwin y Spike Lee, así como una conversación con la escritora Lita Morrison y algunas escenas de películas y series que la influyeron en su forma de pensar.

Está serie nos cuenta a través de la mano de Scorsese y algunos invitados más, su experiencia desde que comenzó a vivir en la gran manzana, de como a cambiado la ciudad. Donde cada historia vivida por ella trae una semblanza del apogeo de Nueva York así como también del lado oscuro que aunque se sabe nadie quiere hablar de ello.

Pero antes de continuar conozcamos un poco mas sobre ella y del porque es una obligación ver esta gran serie:

Fran Lebowitz, nacida en Nueva Jersey, pero actualmente radicada en Nueva York, es una escritora conocida por sus agudos comentarios sociales sobre la vida cotidiana desde el punto de vista de una neoyorquina. Sin haber terminado la universidad trabajó en diferentes revistas como Changes o Interview y escribió algunos libros que le trajeron la amistad de diferentes personalidades, incluyendo la de Martin Scorcese, quien la dirige en esta serie e incluso hizo un documental completo con ella, Public Speaking que salió en HBO en el 2010 y hasta la vimos como la juez que dicta la sentencia a Jordan Belfort en El Lobo de Wall Street.

Es conocida por ser “resistente a la tecnología“, no tiene teléfono móvil ni computadora y a pesar de ello siempre se mantiene a la vanguardia. Es así que en septiembre de 2007 fue nominada como una de las mujeres más elegantes del año por la revista Vanity Fair en su 68a entrega.

Es conocida por su activismo en favor de los derechos de los fumadores.​

 

Por que hay que darle una oportunidad a está serie, pues primero porque está dirigida por Scorsese y sabemos que sus trabajos nunca defraudan y segundo y más importante es que Fran hace que cada episodio sea tan disfrutable.

Es impresionante como un trabajo bien editado, donde vemos diferentes actuaciones de Fran  ya sean del pasado y  actuales, junto a Scorsese, recorriendo diferentes puntos de Nueva York puede ser tan satisfactorio y convertirse en todo un fenómeno. Donde a través de las agudas, sabias y divertidas intervenciones de Lebowitz, llevan a reírnos, asombrarnos e ilusionaros de la gran ciudad de Nueva York. Que a través del juego de preguntas y respuestas nos lleven a esté gran recorrido donde algunas preguntas son acertadas y otras no tanto, y las respuestas sean tan ocurrentes, tan espontaneas y sarcásticas y a través de ellas conozcamos la vida de ella, un poco sobre la de él y de lo es que la ciudad.

Donde las expresiones de los dos, resaltando la de Fran y algunos espectadores participantes, hacen que escuchar esta docu serie, sea más formidable, en la cual no se necesito de recurrir a un gran argumento o guión o de grandes actuaciones porque ya los dos en sí, son grandes personajes, y con el hecho de escucharlos, de como nos transmiten y describen el caminar por la ciudad de los rascacielos y que en cada tema tomado ya sea político, cultural o social no faltaron aquellos chascarrillos que invitan al televidente a pedir más.

Definitivamente  el trabajo que hace Scorsese obliga al espectador en convertirse en un transeúnte mas de la Gran ciudad, que a través de las conversaciones de ella, que son tan ácidas e imprevisibles llevan al televidente a conocer teatros, platós, a verse recorriendo las calles, o simplemente de disfrutar incluso de una maqueta de la ciudad (que debemos resaltar, es impresionante).

Supongamos que Nueva York es una ciudad, es la excusa perfecta para oír a Lebowitz dibujar sobre la ciudad de los rascacielos y por extensión sobre la vida urbana que tiene lugar allí: su ruido, su exceso de gente, su carácter agotador a la par que adictivo, su elevado coste de vida, sus librerías, taxistas, su cultura, los famosos de la ciudad, del puesto de periódicos, etc.

Hay una química entre los dos, un juego de sarcasmo que hacen que los dos personajes que vemos durante toda la serie no se sientan impostados por un guion, sino todo lo contrario logran que este trabajo se sienta creíble, habitual, fresca, entretenida y que los diálogos sean tan sencillos y divertidos pero a la vez bien pensados (inteligentes) y bien formulados.

 

Esta serie gusta, porque aunque la gente no conozca Nueva york logra que uno se sienta totalmente identificado, porque aunque algunas respuestas son crudas y reales y un poco chocantes, hacen que la serie no se vuelva una ficción más. Porque es de esas series que sin importar que no conozcas a los protagonistas te atrapan desde el primer minuto, porque todos vivimos en una gran ciudad sin importar en que parte del mundo se radique, todos tenemos esas experiencias, esas vivencias, esas decisiones, esos momentos de odiar o querer nuestra ciudad y que al final lo importante es reírse y disfrutar, y eso es lo que logra está gran serie, transmite un sentir que todos vivimos cotidianamente, pero que al final eso cotidiano es disfrutable.

Estos dos personajes lograron en tan poco trabajo algo que muchas series o películas no logran obtener, que te hagan sentir como parte de ello, que no importa que tan mal haya terminado tu día, que viendo un simple pero curioso episodio de esta serie, terminaras con una sonrisa en la cara, que por momentos odiaras a la protagonista, porque suele hablar hasta por los codos, que te obligará a pensar en: que pasaría si la tuviera como amiga, como me haría explotar con sus ocurrencias, de preguntarte: le podre ganar alguna vez en alguna conversación.

Supongamos que Nueva York es una ciudad es la mejor excusa para sentarse y reflexionar, para compartir recuerdos y vivencias, de alegrase de tener un hogar y simplemente de vivir.

Conclusión: Serie obligada, temática interesante, con un guion bien pensado, inteligente, lleno de sarcasmos y de una explosión de ocurrencias que harán reír hasta al más amargado.

Bien hecho Netflix.

Calificación:

Nota: Agradecemos la colaboración en esté texto a Juan Carlos Barbosa Padilla (Travsam).

 

 

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