Mientras el Cinenjambre se toma un receso por las fiestas navideñas, no les queda otra más que a mi, a Vicky y a los demás de ponernos al día con las películas, con el streaming y con los partidos de fútbol americano (seas o no fan de la NFL, vivir en el pais que adora este deporte, te hace entrar más en este entretenido juego).

Y revisando mi timeline en twitter, luego de ver las noticias y el reporte de que mi equipo de Fantasy perdió las semifinales y me las voy a ver con el “aparentemente invencible” primer lugar que también perdió (y que me ganó dos veces en la fase regular, diantres) me encontre esta joyita de tuit.

No pude evitar reaccionar ante el comentario y traté de explicar lo que decía en un tuit. Pero cuando decidí por fin dejar el teléfono, el tuit rebotó en mi cabeza, el calendario también rebotó en mi cabeza y mi mente se dió cuenta que estaba en el mejor momento de platicar sobre el tema. Sobre las películas palomeras y, por qué estamos ofendiendo a las inocentes palomitas en el proceso.

Y esto me hace pensar, ¿qué nos llevó a tener a las palomitas, rosetas, o como les quieran llamar en los cines?

Para hacer palomitas se utiliza solo cierta variante de maíz cuya semilla revienta con la presión del vapor o con el microondas, no intenten hacer eso con maíz pozolero o maíz para tortillas, no saldrá simplemente.

Antes pongamos algo de música. La genial Popcorn de Hot Butter.

Imaginen, desde la década de los 30, las cadenas de cine de Estados Unidos incorporaron las palomitas a las botanas que hay en los cines debido a la Gran Depresión y de ahí no se movieron, incluso el historiador de cine Stuart Hanson afirmó que una de las mayores bromas en la industria es que las ganancias que logran las palomitas solo son superadas por la cocaína o la heroína.

En décadas más recientes, muchos sitios de cine, especialmente en Latinoamérica comenzaron a acuñar el término “película palomera”, para el sitio Sector Cine hay varios factores que definen a una película palomera:

  • La reseña puede decirnos bastante:  O sea que aunque nosotros en Cinenjambre tratemos de decir los menos spoilers posibles ya pueden predecir como avanzará la película e incluso como terminará. Vamos, seamos sinceros, una cinta de Marvel es tan predecible que ya saben en que momento vamos a gritar de emoción.
  • El reparto y el director también ayudan: Ahora agreguen a su película que aparezca alguien que siempre va a hacer un rol en particular, si vemos a Jason Momoa, Keanu Reeves o The Rock, sabemos que van a ser los chicos buenos, si no notan a nadie más en particular en el elenco, saben que la película solo va a darnos un rato de entretenimiento y ya.
  • Cualquier persona te puede dar una calificación (lo siento Sector Cine, redefino su tercer punto): Cuando la película se considera palomera, hasta un niño de diez años te puede dar una crítica sincera y si estás en una cueva, mejor visita Cinenjambre y sabrás cual es palomera, usualmente siempre andan entre 2.0 y 3.0 panales.
  • La temática es un buen indicador: Cuando el género es terror, comedias románticas o de acción, es raro encontrar una cinta que pueda hacernos abandonar las palomitas y sacar mejor el café. Si la película que piensas ver es de las que podría poner tu canal de televisión abierta en cualquier domingo entonces se acomoda al término.
  • El tráiler lo dice todo (y otra vez redefino otro punto de Sector Cine): Un viejo chiste de Adal Ramones afirmaba que la forma más sencilla de ver una película de acción era ver el tráiler, pues ya veías todas las escenas interesantes ahí. Bueno, algo fallaba en ese chiste, pues nomás quedaría la escena final, que usualmente siempre termina con una buena pelea entre el héroe y el villano y que, regularmente, termina ganando el bueno. Si el puro tráiler ya te contó toda la historia y aún te gustaría verla, entonces tienes enfrente una película palomera.

¿Y por qué palomera? ¿Sólo porque cuando vamos al cine lo primero que compramos son palomitas? ¿Por el hecho de que ya, una vez adentro del cine, habiendo ya gastado como unos 300 o 400 pesos en palomitas, refresco, boletos, estacionamiento y quizá unos dulces, nos damos cuenta que estamos frente a una película que hubiera sido mejor verla un domingo en la tarde en tu canal favorito o en el streaming y, humillado ante eso, solo podemos sacar las palomitas y comerlas para justificar tanto gasto?

(Si aun estás oyendo Popcorn, pausa el video y pon esto para efectos dramáticos)

Y es entonces que justifico a Mario Barreto, ¿qué culpan tienen las inocentes palomitas?

Su única culpa fue que las compramos para ir al cine, pero no merecen las palomitas tener que compartir adjetivo con una película que para los críticos podría ser un churro (y de pronto ya no sabemos si ofendemos aquí a los churritos michoacanos, a los churrumais o a los churros que se sirven con azucar y chocolate caliente, hmm, que rico y no he desayunado aún).

Entonces, me parece que cuando ponga una de las mejores películas del año, debería hacer una cena a tres tiempos, y disfrutar la película con un vino fino… casi casi como en la escena inicial de la genial Tampopo y, seguramente reaccionar como el yakuza cuando escucha a otro asistente comer chicharrones en la sala.

Pero bueno, no creo que las cadenas de cine nos sirvan prime rib (o permitan que cualquier hijo de vecino meta una cena de tres tiempos a la sala), y tienen razones justificadas para no vender chicharrones en la sala, aunque, hmm, película chicharronera, porque a los estudios la consideran buena porque sus “chicharrones truenan”, eso me suena tan Disney.

Claro, existe el otro término, película dominguera.

Y esa es fácil de explicar, dominguera porque es el día que la gente va más al cine, dominguera porque los canales de televisión rellenaban de películas la programación para no tener que trabajar mucho en el acomodo de medios en un día en el que no hay mucho que hacer. Dominguera porque tu mente quiere descansar y no se siente lista para empezar la semana tratando de entender que rayos puso Scorcese, Ford Coppola, Spielberg o Guillermo del Toro en la pantalla.

Y si estás un domingo en la tarde sin hacer nada, sin un partido de la NFL o de tu liga favorita y tu única opción es poner cualquier cosa en la tele, ¿qué vas a poner para acompañar la película? ¿un filete mignon o un pozolazo para acompañar una cinta de poca actividad mental? ¡Claro! Vas a poner palomitas en el microondas.

Inocentes palomitas…

Y lo que más me ofende de ver una película palomera en Estados Unidos es el hecho de que ninguna cadena de cines ofrece salsa picante, por lo menos hace más entretenido comer las palomitas y nos urge a tomar refresco.

Pero, el logro de las palomitas es mantener controlada esa ansiedad que nos causa ver una película, incluyendo las películas de terror, por lo menos el bote de las palomitas es bastante útil cuando no podemos más con el momento de terror.

¿Entonces como llamar a las películas palomeras? ¿Películas botaneras? Y de pronto vuelvo a Tampopo

Si el cine fuera comida, entonces una película botanera sería con la que empezaríamos una permanencia voluntaria, como el ruido blanco que pondríamos mientras ponemos las botanas, llegan los invitados, se destapan los refrescos, los vinitos, las cervezas…, vamos, ni estaríamos poniendo atención a la película.

Entonces a la hora de comer caviar, como dice Barreto, ¿qué estaríamos viendo? ¿Estaríamos mas atento criticando el caviar y la champaña que a la película o apreciariamos a ambas por igual? ¿Cómo sería una película caviaresca?

Entonces, también tendríamos películas ensaladeras, películas soperas, películas de primer plato, y películas postreras.. hmm, ¡postre! y ¡aún no he desayunado!

No quiero imaginarme la película postrera, tendría que ser un churro (ahora si, de los de azucar, y con café, que si la comida estuvo buena, no creo que ande con ganas de ver una película y zumbarme unos churrumais), y cuando decimos que una película es un churro es porque es tan mala que ni las palomitas lo valen (y alguna vez en la comedia mexicana Los Polivoces, le hacen notar a un personaje que su telenovela es un churro cuando en el carrete de la cinta literalmente aparece uno).

En todo caso, defiendo a Barreto y su incursión furiosa contra el término de película palomera y seguramente tengo varios términos que podrían sustituirla, y aunque película botanera azotó horriblemente, esto le daría a las cadenas de cine mejores ideas para incrementar el menú de sus dulcerías, porque nomas tenemos palomitas y nachos (¿películas nacheras?, jajajajaja, no había pensado en el término)…

Seguramente no van a incluir churros en el menú, quien los compre condenará a cualquier película.

Pero de ahí, hay tanta variedad de botanas, que podrían ser consideradas, aunque claro, las palomitas están ahí siempre, porque son baratas de hacer, son fáciles de hacer, son nuestras aliadas en cualquier película, mientras no sea cine de arte o de autor, y no porque pretenda poner caviar, sino porque ahí es mas justificable sacar un café, no vaya a quedarme dormido o pierda el hilo tratando de entender que rayos intentó hacer el director en una escena y atragantarme con las palomitas.

Inocentes palomitas, deliciosas palomitas, satisfacen nuestra hambre en nuestro ritual en el cine, nos dan consuelo cuando la película no vale la estancia, nos dan justificación cuando la película apesta, se hacen tan rápido cuando ya estás arrancando la película en el streaming o cuando estás en comerciales. Cualquier película es palomera gracias a tí y te ofendemos horriblemente cuando definimos palomera una de Michael Bay o de Adam Sandler.

Gracias palomitas por llenar ese hueco en nuestro estómago cuando no queremos distraerlo con algo más pesado mientras vemos una cinta, ya sea una orden de chilaquiles o una escena complicada de El Padrino.

Gracias por huir cuando sabemos que no te conviene entrar en nosotros cuando comienzan a salir cosas horribles en pantalla, digo, ¿cómo llamar palomera la cinta de El Ciempies Humano cuando lo último que deseas en esa cinta es comer algo? Eeeeewwwww.

Tendré que juntarme con los colegas para redefinir el término y pedir disculpas a las heroicas palomitas que estarán siempre que haya una película.

Gracias por leernos y esperamos que tengan un próspero 2022 lleno de acción, que sea un año de película.

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¡Inocentes palomitas que se dejaron engañar! Bueno, excepto en los buenos deseos de este año.

Si llegó hasta el final de este artículo se habrá dado cuenta que las opiniones vertidas en este artículo no son nada serias, que hoy es 28 de diciembre y que no debe tomarse algunas cosas en serio. Pero si quiere fundar un poco este sitio, no nos caería mal alguna donación. Gracias.

 

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